Semana taronja para olvidar

Juan Carlos Villena

Valencia

Sábado, 19 de noviembre 2022 | Actualizado 20/11/2022 01:29h.

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El Valencia Basket ha terminado en Tenerife una semana para olvidar. Más allá de los problemas físicos, las derrotas en Bologna y La Laguna han sido por baloncesto. Por baloncesto puro y duro. La Virtus y el Lenovo han sido, de largo, mejor equipo que los taronja sobre la pista. Lo más duro de todo ha sido que en ninguno de los dos partidos los valencianos tuvieron opciones de triunfo. Tras el doble batacazo, que deja los balances de Euroliga y la ACB en 4-4, los valencianos apelan a la Fonteta para levantarse, en una semana con tres partidos contra el Real Madrid, Zalgiris y el Unicaja. Muy importantes.

A estas alturas del calendario queda claro que Mumbrú está exprimiendo todo lo posible para activar a los fichajes que no están al nivel requerido (Jones es la excepción). El problema es que las competiciones no esperan a nadie. Con Dubljevic mermado, y Alexander apagado, Rivero ha sido el descarte para, entre otras cosas, dar minutos a Harper. El base, como el Italia, ha vuelto a hacer un muy mal partido. Necesita reaccionar ya. Si no lo hace, la plantilla es larga para buscar otras opciones. El Lenovo de Vidorreta no ha desaprovechado la ventaja en la pintura para pasar por encima de su rival, con un 38-24 en puntos en la pintura y Shermadini y Guerra siendo los amos de los tableros. Para reflexionar.

Estaba claro que el de La Laguna era un partido trampa a nivel físico. Primero por la gastroenteritis que dejó fuera de combate a Dubljevic en Bologna el jueves. Si algo teme un vestuario, es el contagio de un virus estomacal puesto que es de rápida transmisión cuando sale un caso. El montenegrino, el viernes, estuvo encerrado seis horas en el mismo avión con sus compañeros. Por fortuna, el virus no ha ido a más. El viaje de por sí fue el otro asterisco previo. Tan sólo un dato para entenderlo. A efectos de rutas aéreas, el trayecto de Valencia a Moscú es de 3.300 kilómetros. El de Bologna a Tenerife de 3.050. Es decir, los de Mumbrú visitaron al líder de la ACB menos de 48 después del partido ante la Virtus de Scariolo con un vuelo de por medio equivalente a viajar a Rusia.

De todo esto, como es lógico, también era sabedor un Tenerife que no disputó semana europea porque la BCL sí que para en los partidos de selecciones. El equipo de Vidorreta apretó el pistón desde el inicio, superando el 6-8 inicial gracias al acierto de Puerto. Desde entonces, en los siguientes nueve minutos el parcial ha sido de 28-11 hasta el 34-19 (27-17 al final del primer cuarto). La máxima renta tinerfeña ha subido a los 16 (45-29) y aunque el equipo taronja lo intentó hasta el descanso, la cruda realidad ha sido que la ventaja era muy similar para los locales (50-36), donde Shermadini ha sido la clave. Sus 13 puntos ha sido el puntal del ratio de 20-8 en la pintura entre ambos equipos, con el Tenerife con un 8 de 11 en los tiros desde dentro del semicírculo. El gran problema ha sido que el lenguaje gestual de los jugadores del Valencia Basket era el de no tener energía para una machada. Cuando los aurinegros ha puesto la máxima renta (63-40) la única lucha que restaba era la del average. La intensidad de Puerto, Van Rossom o Pradilla, que aprovecharon sus minutos, sirvieron, junto a Jones, para rebañar siete puntos. Un consuelo demasiado pobre.

Después de la imagen bochornosa mostrada el otro día en Bolonia, el Valencia Basket tratará de revertir de la situación y hacer que sus aficionados confíen otra vez en ellos consiguiendo la victoria en la pista del líder, el Lenovo Tenerife, equipo que tan sólo lleva un derrota en lo que va de competición.