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Si algo ha demostrado el proyecto femenino del Valencia Basket desde que arrancó en 2014 con la decisión de rescatar a los equipos de formación ... del desaparecido Ros Casares es que ha ido dando pequeños pasos. En 2025 ha llegado a la semifinal de la Euroleague Women, tras caer contra el Mersin en un final dramático disputará mañana la medalla de bronce contra el Fenerbahce, que cayó de forma sorprendente en la primera semifinal contra el Praga, pero cada vez está más cerca de sentarse en la mesa de los grandes de la historia del baloncesto femenino español. Poner la pica en la final de Euroliga merece esa distinción y ese será el siguiente reto. Las caras al abandonar el Príncipe Felipe, con la lógica decepción, eran que queda un día menos para disputar una final de la Euroleague Women. Apunten el dato puesto que algún día la disputará el equipo taronja. De momento, siguen siendo siete las finales de la Copa de Europa femenina para equipos de la Comunitat. A las cuatro del Dorna y las tres del Ros Casares, algún día llegará la primera, y varias más, para el Valencia Basket.
Ayer se cumplieron cuatro años del título de la Eurocup en la ciudad húngara de Szekszárd. El que fue el primero para el equipo femenino del Valencia Basket y que llegó tras dos tiros libres de Raquel Carrera en el último segundo... tras falta de Anderson. El deporte, que es una moneda al aire en partidos dramáticos, ayer le dio a la propia Anderson la oportunidad de quitarse ese puñal que le ha acompañado cuatro largos años en los millones de reproducciones que ha tenido ese vídeo, en un pabellón sin público en plena pandemia, con su falta y los tiros libres milagrosos de la gallega. Con 66-66 en el marcador anotó la canasta, en una entrada por la derecha y a tabla, que le dio el pase a la final al Mersin (66-68). Restaban 12 segundos pero en esa duda que siempre hay entre ir a forzar la prórroga o jugarse un triple ganador, Leti Romero se escoró demasiado, la defensa turca se cerró, Alexander no supo leer el hueco que quedó en la zona, la canaria perdió el balón... y el Valencia Basket se quedó fuera de la final de la Euroliga.
Cuando se calme el dolor, perder así duele mucho, hay muchos aspectos que ayudarán a las taronja a crecer. Con una rotación con muchas pinzas, sin Vitola y Casas lesionadas y Iagupova sin entrenar una semana por un problema personal, el 46-57 del último cuarto en un partido de baja anotación suele ser una sentencia. Un parcial de 18-4 para las valencianas, basado en una defensa al límite donde Raquel Carrera dio una auténtica lección, subió el 64-61 al marcador. Con Howard desesperada, expulsada por cinco faltas y con técnica por pegarle una patada a la publicidad. Pero los grandes equipos, esos que se sientan a la mesa, siempre tienen una última palabra. Esa también es una lección para aprender. Desde ese momento donde lo normal era bajar la cabeza, el Cukurova sacó toda la rabia que tenía dentro para voltear esa situación, con un parcial de 2-7, para meterse en la gran final de la Euroliga.
Falta de acierto
El equipo turco supo tener paciencia en el primer tiempo para mantener la zona, esperando que bajaran los porcentajes de las taronja para poder cerrar el rebote y comenzar a correr. Su gran arma. El Valencia Basket aceptó el reto y gracias a su gran acierto, 4 de 7 en triples en el primer cuarto, logró llevarse una renta de tres (20-17) que avisaba, eso sí, del peligro de depender sólo del tiro de larga distancia. En el segundo cuarto ese porcentaje de triple cayó desplomado, con un 0 de 11 en ese periodo que llevó el marcador al 30-36 al descanso. Desde la máxima renta de las de Burgos, un 15-8 tras triple de Leo Fiebich, el parcial para las turcas fue de 15-28 hasta el paso por vestuarios. El dato para volver a creer fue que el Mersin no aprovechó ese apagón del rival (12 de 38 en tiros de campo en la primera parte) para romper el partido.
El gran problema en ese momento para las de Rubén Burgos es que los arreones que aún le quedaban por dar iban a estar limitados por una rotación demasiado corta. Mavunga se vistió por profesionalidad, se jugó el tendón, pero sólo tuvo gasolina para nueve minutos. Algo que dejó a Alexander en una pelea contra Howard que se le hizo demasiado larga. Pese a todo, y tener el aro cerrado desde el triple, el Valencia Basket seguía en pie. La primera canasta en juego de Iagupova fue un triple, para poner el 40-40. El primero que anotaron las taronja desde el primer cuarto, donde habían acumulado 15 fallos seguidos desde el triple. Estar vivo en un partido con esa estadística significa que estás sumando en otros aspectos. La defensa es lo que le dio vida al debutante en la Final Six.
El Mersin volvió a estirar, aprovechando que la falta de acierto taronja seguía desde el triple, hasta un 42-50 y tan evidente fue lo que necesitaba meter por fuera el equipo taronja, ante el músculo interior de Howard y Rupert, que cuando Mavunga conectó otro triple para terminar el tercer cuarto con un 46-50 todo se volvía a ver muy cerca. El problema es que, junto a aquel de Iagupova, fueron los únicos anotados por las de Burgos sumando el segundo y tercer cuarto. Un 2 de 19 en ese tramo que acabó condenando a un equipo que, eso sí, cayó con la cabeza bien alta. Puestos a perder, mejor así.
Rubén Burgos: «Hemos demostrado que podemos competir»
El técnico taronja no escondió las facetas del juego que le dieron la victoria al Mersin y no escondió el orgullo de haber llegar a una Final Six: «Ellas estaban colapsando en la pintura pero en un partido basado en la defensa nos ha faltado acierto, con muchos tiros bien librados. Hemos demostrado que podemos competir, en nuestra primera Final Six hemos ido directamente a la semifinal de la Euroliga y hemos tenido opciones de llegar a la final. Ahora tenemos que aprender y ser humildes. Tenemos un club que nos apoya, una afición espectacular y seguro que tendremos más oportunidades».
Valencia Basket: Romero (13), Iagupova (4), Fiebich (10), Fingall (8) y Alexander (14), cinco inicial, Mavunga (4), Torrens (3), Carrera (8), Flórez (-) y Turner (2).
Mersin Cukurova: Anderson (10), Johannes (12), Carleton (5), Rupert (8) y Howard (16), cinco inicial, Fauthoux (10), Araujo (5), Atas (-), Diallo (-) y Samuelson (2).
Parciales: 20-17, 12-21 (32-38), 14-12 (46-40) y 20-18 (66-68).
Árbitros: Gintaras Maciulis (LIT), Ivana Ivanovic (SER) y Mihkel Männiste (EST).
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