Escándalo en la sala Moraca y otra lesión (71-70)

Más allá de la derrota, de la polémica y de la tensión en el túnel, la peor noticia fue la lesión de Dimitrijevic. El Valencia Basket sale a lesionado por partido en los últimos tres viajes (en Burgos fue Claver y en Andorra Van Rossom) y las pruebas a las que será sometido hoy el macedonio certificarán el alcance de su rotura en la parte posterior de la pierna derecha. El base notó el latigazo en plena aceleración, al arranque del tercer cuarto, y se tiró al suelo del dolor. Abandonó la pista cojeando ostensiblemente y con lágrimas de rabia. La noche amarga, con Juan Roig como testigo privilegiado en el palco, oscureció la emotiva tarde para Dubljevic. El de Niksic recibió una camiseta enmarcada como homenaje del Buducnost, se llevó el calor del público y de su familia y amigos tras el partido... pero también la derrota. Su regreso y el de Prepelic (con 14 puntos) fue la parte del vaso medio llena.

El Valencia Basket logró quitarse en el segundo cuarto el freno que los azules le habían puesto al primero (18-17). Pudiendo correr llegó la máxima renta (26-35) con Ferrando y Puerto de nuevo a un nivel excelso. Conviene ponderar más en las derrotas la labor de la cantera que están encarando el drama de las lesiones sin miedo. Esa inercia continuó hasta mediado el tercer cuarto (46-53) y, de nuevo apelando a la épica, los taronja aguantaron hasta un último arreón (64-68). Un parcial de 7-2, una canasta de Cobbs (71-70) y el faltón no señalado a Dubljevic hicieron el resto en la sala Moraca.