¿Cuando estará terminado el nuevo pabellón? Es la pregunta que, desde hace más de un año, tienen que contestar los directivos del Valencia Basket en cada evento importante en el que participa su equipo. Una semifinal de la ACB con cuatro días en Madrid da para muchas conversaciones y reuniones al máximo nivel. La sensación interna generalizada, también en la mercantil Licampa S. L., es que la salida de Podemos del nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento debe agilizar, al menos un poco, el proceso de licitación del Valencia Arena para que puedan comenzar las obras. No porque el partido morado estuviera en contra del proyecto -se votó por unanimidad en el pleno del pasado 26 de julio de 2018-, pero los técnicos y arquitectos que están participando por parte de la promotora sí que han detectado una dilatación en algunos procedimientos administrativos dependientes de la Concejalía de Patrimonio que estaba en manos de María Oliver. La candidata, que no pudo conseguir el acta de concejal en las últimas elecciones, no ocultó el 20 de mayo el recelo de las donaciones: «Sobre el hecho de que cualquier empresario done algo a la ciudadanía, primero habría que reflexionar qué es una donación y qué no lo es y qué es un mecenas y qué no lo es porque si al final generas una actividad económica que te va a beneficiar no se puede aplicar, un mecenas es otra cosa».
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La inversión privada del Valencia Arena, de 192 millones de euros y que tras la concesión de 50 años devolverá a la ciudad la propiedad del recinto, bien podría entrar en esa definición. Los informes que sigue manejando la promotora es que es necesario agilizar algún mes la licitación, cuya horquilla máxima se fijó para agosto de 2020, para permitir que las obras estén acabadas en el verano de 2022. Si se logra, el Valencia Basket conseguirá su aspiración, que no es otra que comenzar a disputar en su nueva casa los partidos de la temporada 2022/23. En la Fonteta se seguirá con mucha atención la formación del nuevo gobierno municipal para conocer el nuevo signo de la Concejalía de Patrimonio. Juan Roig, en la presentación del Proyecto FER 2019, ya apretó al Ayuntamiento «porque sólo hace falta lo de siempre, los trámites burocráticos. En eso da igual el partido que esté, se unen entre ellos. Llevamos dos años con estos y con los otros tardamos cinco en hacer L'Alqueria». Tras el verano, se espera un impulso al proyecto.
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