Urgente La CV-35 y la A-7, colapsadas este lunes con más de 18 kilómetros de atascos
Una nueva oportunidad. La paternera ha vuelto a vestir la camiseta de un equipo valenciano en la máxima categoría 18 años después. damián torres

Media vida de espera para volver a jugar en Valencia

Itziar Germán. La paternera fue campeona de España infantil con Anna Gómez en Godella y 22 años después buscará ganar la Copa de la Reina con el equipo donde la de Alfara es capitana

Martes, 5 de abril 2022, 01:08

La del 86 fue una buena añada para el baloncesto en Godella. Con la marca del Ros Casares, el infantil se llevó en el año 2000 el oro, en casa, en el Campeonato de España ante el Cornellá en un abarrotado pabellón. En la foto de las campeonas posaron, entre otras, Anna Gómez e Itziar Germán. Más de dos décadas después, los giros del deporte les han vuelto a juntar cuando ya parecía imposible. «Fuimos una muy buena generación de jugadoras valencianas y le dimos muchas medallas a la cantera de Godella. Anna y yo nos conocemos desde alevines. Toda una vida. Volver a disfrutar con ella es un gustazo», reconoce una emocionada Germán. El giro inesperado que le ha dado la temporada es de guion de película. En verano, la paternera de 36 años decidió que era momento de regresar a casa tras una larga carrera ganándose a pulso cada contrato. Las lesiones de Carrera y Gil, y el convenio de vinculación con el Paterna, le abrió las puertas del Valencia Basket. «Ni en mis mejores sueños pensaba que iba a volver a vestir la camiseta de un equipo valenciano en la Liga Femenina o en una Copa de la Reina y que iba a jugar como local en la Fonteta. No lo había ni pensado, ni se me había pasado por la cabeza», reconoce. Ha tenido que pasar media vida para ella, 18 años, para volver a tener esa foto: «Casi les ha dado tiempo de construir un pabellón nuevo (se ríe). Si lo pienso fríamente es algo alucinante y muy complicado que ocurra. Todavía me tengo que pellizcar porque no me creo que esté compartiendo vestuario con mis compañeras».

Publicidad

Si algo se parece este dulce presente a sus inicios en el Ros, es el nivel nacional del vestuario. «De aquel debut aprendí muchísimo porque también coincidí con un grupo de jugadoras tremendo, con Amaya Valdemoro, Elisa Aguilar o Marta Fernández. Me ayudaron mucho y recuerdo que el primer año que me fui a Lugo, con 18 años, ya tenía muchas cosas aprendidas en la mochila y consejos que me dieron», evoca. La última vez que 'Itzi' jugó una Copa de la Reina, en 2016, levantó el trofeo como capitana del Conquero, compartiendo postal con Rosó Buch, que también estará en la edición que hoy arranca en la Fonteta con el Gernika.

Su regreso no es el único giro de la historia puesto que lo ha permitido la lesión de Raquel Carrera. Su compañera en aquel Celta que casi le amarga en 2018 el ascenso a las taronja: «Esa final jugué lesionada y casi se la liamos al Valencia Basket. Si hubiéramos tenido un tiro final más claro... no sé ni cómo llegamos a unos segundos finales así porque todo el mundo pensaba que íbamos a perder de 20. Todavía lo recuerdo y se me ponen los pelos de punta. Un trozo de la grada era de mi familia porque somos muchísimos. La despedida que nos dio la Fonteta a las jugadoras del Celta fue alucinante, es algo que no se me olvidará en la vida». A la valenciana le brillan los ojos cuando se le pregunta si estamos ante su último baile: «Llevo dos o tres años pensando pero al final no puedo dejarlo, aún tengo mariposas en el estómago cuando cojo un balón y cuando pasa eso no puedes dejar este deporte. Me pueden las ganas, el entusiasmo y la ilusión de seguir jugando. Cuando esa sensación se acabe me retiraré. No tengo planificado el día después pero no le tengo miedo a nada».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad