«Cuando sales le das muchas vueltas a qué cosas que dependen de tí, porque a las que no dependen de ti intentas no darle ... muchas, que has hecho mal o puedes cambiar. Tienes un periodo de reflexión en el que intentas buscar cosas para mejorar o que tú creas que deberías haber cambiado y hecho de otra manera». Fue la primera reflexión de Álex Mumbrú, en una entrevista en el programa Play Basket de la Cadena Ser con la que rompió su silencio desde que fue despedido del Valencia Basket el pasado 5 de abril, tras la bochornosa derrota contra el ASVEL en la Euroliga. El catalán argumentó que no entendió el momento de la decisión: «La condición humana, cuando te pasa algo así, es darle vueltas y pensar en el por qué. Todo el mundo quiere ganar, y quedar primero en todas las competiciones, pero los objetivos que se pidieron se estaban cumpliendo. Siempre le das más vueltas de lo normal».
Publicidad
Mumbrú puso el foco, al ser preguntado por la sensación externa de falta de paciencia que siempre rodea al proyecto de la Fonteta, en el primer día que pisó el pabellón. Sin nombrar a Pedro Martínez pero dejando claro que la decisión de club, en el verano de 2022, de ficharle a él y no al entrenador que (cosas de la vida) ha acabado viniendo en 2024 fue clave para que, desde el primer día, tuviera a un sector importante de la grada en contra: «Todo empezó con mi llegada a Valencia porque la gente esperaba otro entrenador. Se hizo público que estaba cerrado otro entrenador y cuando llegué la gente no me aceptó porque quería a otro. Las cosas pueden afectar más y siempre estuve en entredicho. Incluso al empezar esta temporada, que llevábamos siete victorias seguidas en ACB y luego otra racha contando la Euroliga, en cuanto perdías uno o dos enseguida volvían a saltar las dudas».
En un tono siempre diplomático, juntando dos preguntas seguidas y cruzadas siempre se pueden sacar conclusiones. «Muchas gracias por haberme recibido. Ya está, se acabó. Ahora vienen otros tiempos y espero que el Valencia Basket pueda ganar muchos títulos». Ese fue el mensaje cuando se le requirió que se dirigiera a la afición taronja. ¿El mundo ideal para Mumbrú a la hora de entrenar un equipo? Esa fue la siguiente pregunta del entrevistador: «Un equipo que tenga ganas de competir, de hacer bien las cosas y un buen baloncesto. Que una ciudad se vuelque con el equipo y se intene llenar el pabellón y que la gente esté a tope con el equipo, disfrutando y compitiendo. Somos competidores y lo que buscas es un equipo que quiera competir al máximo».
La mayor parte de la entrevista giró sobre la gestión de las expectativas y más cuando se compagina la Euroliga con la Liga ACB. «Cuando ganas o las cosas no salen bien no es sólo responsabilidad del entrenador» argumentó el técnico «sino del club, jugadores, cuerpo técnico... es un acumulado de cosas. Para que todo fluya tiene que estar todo muy rodado, encaminado y que te acompañe también la suerte de las lesiones. En los momentos clave de un partido ese tiro solo que lo metas... el baloncesto es un deporte muy preciso y los pequeños detalles son los que marcan la diferencia». El exentrenador taronja defendió que le hubiera gustado terminar la temporada, poniendo el foco en que quedaba una semana cuando fue despedido para centrarse sólo en una competición: «No es lo mismo jugar la Eurocup que la Euroliga. En la Eurocup eres uno de los presupuestos punteros y vas a estar arriba ahí y en la ACB. Eso te permite pasar un año con muchas victorias, que es lo que necesitas para la confianza. Si juegas la Euroliga sabes que eres uno de los presupuestos más bajos, que hay 13 o 14 por encima tuyo y no poco sino de mucho, y que vas a sufrir. Eso también es motivante. Me hubiera gustado acabar la temporada porque sabía que en el momento en el que acabara la Euroliga y estuviéramos sólo pendientes de la ACB el equipo iba a estar mucho mejor y con más ánimo. Creía que podíamos haber hecho un gran playoff».
Publicidad
Poniendo el foco en la Euroliga, señaló que en las últimas temporadas donde los valencianos han doblado con esa competición han acabado sufriendo: «Jugarla con un presupuesto de los más bajos y estar luchando por intentar entrar en el play-in sabes que va a ser un año duro. Es un dato objetivo que cada temporada que el Valencia Basket ha jugado la Euroliga le ha costado mucho afianzarse en la ACB. Han sido dos años con un nivel duro de exigencia. Esta última ha sido muy dura para todo el mundo, el mes de diciembre y enero fue tremendo. Sumado a las lesiones pues sabes que sufres y tienes que ir sobreviviendo. De los cuatro equipos españoles que jugaron la Euroliga, tres se han quedado fuera de la final de la ACB. En Francia, el ASVEL se quedó fuera de la final. Estar en la Euroliga es jugar dos Ligas, una europea durísima y la ACB, que todo el mundo sabe lo dura que es».
Sobre el estilo de juego, que fue uno de los aspectos que el club esgrimió a la hora de justificar su despido antes de finalizar la temporada al entender que el equipo era poco reconocible y sufría muchas desconexiones, defendió que fue el modelo de equipo que se creó en el verano de 2023, tras un cambio profundo de la plantilla: «Con el equipo que teníamos, entendí que nuestro juego tenía que ser defensivo porque no teníamos un súper anotador como Howard. Teníamos que jugar a que no nos metieran tanto y llegamos a ser, siendo duros, una de las mejores defensas de la competición. Eso hacía que nuestro baloncesto no fuera tan bonito como el de un equipo que va muy suelto o tiene muchas acciones. Ganamos a Olympiacos, Barcelona, Efes... a grandes equipos».
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.