Peñarroya es la principal alternativa en el caso de que no renueve Ponsarnau

La eliminación del Valencia Basket ayer en Madrid, tras perder el tercer partido de la semifinal de la ACB, abrirá a partir de hoy el habitual periodo de reflexión en la entidad taronja antes de comenzar a tomar decisiones de cara a la próxima temporada. La primera afectará al banquillo. Jaume Ponsarnau era consciente de que clasificarse para semifinales este año no le aseguraba ni mucho menos la renovación ni tampoco situar por tercer año consecutivo a los taronja entre los cuatro primeros de la ACB (dos terceros puestos y un cuarto). Ayer, en caliente, verbalizó una frase en Movistar Plus que sonó a despedida con un «aprenderemos de ésto, quien esté» y, después, en su rueda de prensa reconoció que su futuro está en el aire: «No sé si voy a seguir. Nos reuniremos y hablaremos de lo que es lo mejor. La decisión que se tome la acataré, porque han sido cinco temporadas en este club en las que yo he crecido y en las que yo he aportado cosas. Si es el final, será un final de agradecimiento. Si seguimos, con la máxima ambición e ilusión».

En el caso, más que probable por las sensaciones con las que ayer se cerró la persiana, de que la decisión dictamine que no se le ofrezca al de Tàrrega la opción a una cuarta temporada al frente del banquillo taronja, la opción ... que parte como principal alternativa es Joan Peñarroya. El de Terrassa ya estuvo en la lista de preferencias en el último relevo en el banquillo, el que puso en 2018 a Ponsarnau en la silla dejada por Vidorreta, y tras la eliminación del Burgos contra el Tenerife entonó lo más parecido a una despedida: «Los que hemos trabajado aquí nos llevamos el recuerdo de un gran grupo y de grandes personas. Mucha suerte a todos y seguro que esta temporada pasarán los años y la recordaremos con una sonrisa». Peñarroya tiene encima de la mesa una oferta de renovación del San Pablo a la que tiene que contestar antes del martes 15 de junio y todo apunta a que será negativa.