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Contra el Real Madrid no sólo vale con el esfuerzo

El Valencia Basket cae por inercia en las semifinales y se marcha de la Copa (95-76). Las faltas de Davies condicionan el ya maltrecho juego interior taronja y los blancos saben aprovechar la merma

Domingo, 18 de febrero 2024, 01:13

El Real Madrid seguirá siendo, al menos hasta la edición de 2025, la gran bestia negra del Valencia Basket en la Copa del Rey. Seis partidos y otras tantas derrotas. Ahí está la videoteca para revisar esos partidos y sacar conclusiones de cada uno de ... ellos. El de la semifinal de esta edición llegaba marcado por el asterisco físico de un juego interior taronja cogido con pinzas con la baja indefinida de Touré por lesión, ha acabado la Copa y nadie se atreve a hablar de plazos con su regreso, y la recuperación en dos semanas de Davies de su esguince de rodilla. Algo que habla muy bien de su compromiso. Sólo con el ugandés de pasaporte en su mejor versión existían opciones reales de hacer frente al muro que forman, en rotación, Tavares, Poirier y Yabusele. Davies hizo su parte (18 puntos con un 5 de 6 en triples y +5 con él en pista en el ratio del +/-). El problema es que estuvo en pista sólo 14 segundos y 37 segundos. Cinco faltas. No le dejaron jugar. Para cualquier duda, revisen el vídeo.

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Con el juego interior taronja condicionado por las faltas de Davies (Inglis terminó con un -36 en ese mismo ratio del +/-) sólo faltaba un golpe al mentón para acabar con la resistencia. Llegó cuando menos se esperaba y en un minuto. El que pasó de los últimos 45 segundos del segundo cuarto, con 42-39 en el marcador, al primer ataque del tercero y, por tanto, de la segunda parte. López-Arostegui robó un balón y cuando ya iba a subir el 42-41... no pudo ser porque falló un mate. La siguiente jugada fue una canasta más adicional de Musa (45-39). Jones intentó que su equipo llegara al descanso pero falló su tiro, se hizo daño al caer y Hezonja, en un ataque de cinco contra cuatro, anotó el triple al que no llegó Jones a puntear (48-39). Cerró ese parcial Campazzo, con una canasta más adicional en el arranque del tercer cuarto (51-39). Quedaba mucho, sí, pero ese golpe fue al mentón.

La derrota taronja, como siempre ocurre cuando un equipo deja la Copa, debe analizarse en todos sus aspectos. Al final, lo único que contará en la hemeroteca es que sigue la racha mala del equipo en el torneo (ha perdido cinco de sus últimos seis partidos) y teniendo en cuenta que su última final fue en 2017, y que como muy pronto llegará a ella en 2025, esos ocho años mínimos entre final y final será la racha más amplia del Valencia Basket sin pisar una final de Copa desde que lo hizo por primera vez en 1998. Antes de la eliminación de ayer en semifinales, eran los siete años que pasaron entre la de 2006, con Ricard Casas en el banquillo ante el Baskonia, y la de 2013, con Perasovic al mando y frente al Barça.

Aunque la semana y medio de parón tienen trampa, puesto que los internacionales llegarán con el tiempo justo de subirse al avión para viajar a Italia el 28 de febrero para jugar contra la Virtus al día siguiente, Mumbrú debe encontrar la fórmula para mejorar el déficit más grave de su equipo, que no es otro que la inconsistencia del juego y los tramos en los que generar en ataque se convierte en una tortura. Si te ocurre contra el Gran Canaria puedes tener una escapatoria pero rivales del nivel del Real Madrid no perdonan esas desconexiones. Más allá del análisis arbitral, que también hay que hacerlo, de ese golpe del conjunto blanco (el comentado 51-39 tras la canasta de Campazzo en el arranque del segundo tiempo) se pasó a un rápido 61-44 y a un posterior 80-53 en el que se acabó el partido. El parcial de 32-16 del tercer cuarto fue demoledor. Es más, fue una de las mayores anotaciones en un cuarto en la historia del torneo (y como es obvio de los recibidos por el equipo que los encaja) puesto que la ACB anunció que los 40 del Barça en el segundo de su victoria ante el Tenerife por 108-76 (habrá por tanto hoy final futbolera desde las 18.30 horas) es la mayor de la historia de la Copa en un cuarto, superando los 38 que tenía el Real Madrid desde la final del torneo en 2018.

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Touré, sin plazo de vuelta

En el trabajo del parón, Mumbrú tendrá que incidir en los dientes de sierra que se convierten en montañas a remontar contra los grandes. Del 3-6 inicial frente al Real Madrid, con dos triples de Davies, se pasó a un parcial de 16-0 (19-6) que ya puso muy cuesta arriba todo. El técnico quiso, tras el partido, ponderar el esfuerzo de su equipo por nunca bajar los brazos pero reconoció la superioridad física del rival: «En el último cuarto, el equipo ha tenido el orgullo para intentar volver y no dejarnos ir pero nos han metido algún triple que nos han ido cortando el parcial. Nos han pasado un poco por encima por momentos en el apartado físico. Nos han puesto a Deck sobre nuestros bases y eso nos ha costado gestionarlo».

Sobre el trabajo que se va a poder hacer en la Fonteta por el parón, recordó que muchos jugadores «se van por las ventanas. Los que nos quedemos aquí trabajaremos para intentar mejorar cosas que aún nos cuestan». Con respecto al arbitraje no se quiso pronunciar, aunque sí que destacó que con más minutos de Davies en pista «hubiésemos podido tener a Tavares abierto» y donde no escondió su preocupación es con el tema de Touré. «No sabemos cuando va a volver y es un jugador importante para nosotros», zanjó. Más aún, lo de importante, cuando el jugador del Valencia Basket que sale más señalado de la Copa del Rey es Nate Reuvers. Con el senegalés de baja indefinida y Davies recién recuperado de un esguince de tobillo, fue uno de los descartes técnicos tanto contra el Gran Canaria como frente al Real Madrid. Un dato que no pasó desapercibido en ningún estamento del club.

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Mención aparte merecen los 600 aficionados del Valencia Basket desplazados a Málaga para la Copa. Las personas de fuera del club taronja que han acudido de forma seguida a las últimas ediciones destacaron que se vio en la grada una de las mejores versiones de la afición del Valencia Basket en el torneo. Sin duda, un orgullo para todos. Ojalá, en la edición de 2025 o en la del 2026 que apunta al Roig Arena, tengan la alegría que merecen.

Real Madrid: Campazzo (10), Musa (18), Deck (9), Yabusele (14) y Tavares (7), quinteto inicial, Llull (11), Hezonja (3). Rodríguez (8), Fernández (5) y Poirier (10).

Valencia Basket: Jovic (2), Jones (9), Puerto (-), Inglis (5) y Davies (18), quintento inicial, Harper (7), Ojeleye (9), Claver (-), Pradilla (2), Anderson (12), Pangos (-) y López Arostegui (12).

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Parciales: 23-17, 25-22 (48-39), 32-16 (80-55) y 15-21

Árbitros: Carlos Peruga, Carlos Cortés y Luis Miguel Castillo

Incidencias: 10.900 espectadores.

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