Situación límite para el Valencia Basket en la ACB

Aunque los precedentes son muy favorables a los equipos que ganan el primer partido a domicilio en una serie a tres, la historia que siempre es caprichosa recuerda que la última vez que el Valencia Basket se asomó a una semifinal en formato playoff (en 2020 lo hizo en la Fase Final Extraordinaria en la Fonteta) fue en 2019. El Unicaja dio el primer golpe en la Fonteta y los taronja se levantaron en el Carpena para empatar y rematar en casa. Es importante agarrarse en los momentos límite a todo argumento positivo.

Con el partido ya ganado para los visitantes, comenzó a jugarse el segundo de la serie. Otro clásico. El orgullo de Davies, que jugó tocado y no dejó de pelear hasta el último balón para acabar con 19 puntos, 10 rebotes y 24 de valoración, es uno de los elementos a los que agarrarse. Al sacrificio de Jones, también. El de Garland no se borró y pese a acusar una leve cojera visible durante el partido siempre dio la cara. A eso debe agarrarse el equipo taronja, puesto que lo que debe mejorar si quiere que regrese la serie a Valencia está claro. La falta de acierto acabó tumbando a los taronja, con un 6 de 28 en triples y un 18 de 26 en tiros libres. La mala lectura defensiva, sobre todo en los duelos, también.

El Valencia Basket sólo estuvo por delante en el 2-0 inicial anotado por Ojeleye. El 2-12 fue el primer aviso y tras el 13-21 al final del primer cuarto Sito Alonso, que supo aguantar su aviso de técnica posterior con maestría puesto el sonrojo de conseguirlo es mérito ajeno, decidió mantener la zona muchos minutos. Hizo bien, puesto que a su rival le costó la vida atacarla. Desde ese atasco llegó la máxima renta del Murcia (19-40) en un momento en el que el partido opositó a romperse. La reacción taronja, con Pradilla dando un paso al frente, fue otro de los clavos para agarrarse de cara a afrontar el segundo partido de la serie. El Valencia Basket anotó los mismos puntos (19) en los últimos cuatro minutos de la primera parte que en los primeros dieciséis para que, con un parcial de 19-8, el marcador reflejara un 38-48 al descanso.

En el tercer cuarto, cada acercamiento taronja (42-48, 53-58 o 57-62) era contestado por Sleva o Radebaugh y en el último fue Kurucs el que dio un estacazo casi definitivo. Una canasta más adicional de Jovic encendió la Fonteta a 5:44 del final (72-75) pero el letón contestó con dos triples seguidos (72-82). Los valencianos acusaron el golpe en el mentón y Radebaugh certificó su particular 'vendetta' sentenciando el partido. Xavi Albert no puso paños calientes a la derrota: «No nos podemos permitir acabar el primer cuarto con una falta o la primera parte con cinco con el rival en casi 50 puntos. La defensa exige mucha más responsabilidad de cada uno, hay que ser más sólidos. Hay que limpiar la cabeza porque nos espera una batalla el miércoles y queremos volver con la serie a Valencia y demostrar todo lo que no hemos podido hacer en el primer partido. Tenemos que mejorar la idea de que hay que ganar cada batalla individual, hay que ser mucho más sólidos en la defensa del uno por uno. En lo básico suele estar la solución de todo. No hemos estado a la altura de un primer partido del playoff». El técnico reconoció que el mal arranque tuvo vasos comunicantes del nefasto partido en Andorra: «Algo no he sabido conectar, me dejaré la piel para que no sea así en Murcia».

Valencia Basket: Jones (12), López-Arostegui (9), Ojeleye (17), Claver (-) e Inglis, (8), cinco inicial, Harper (-), Puerto (-), Pradilla (8), Anderson (4), Jovic (9) y Davies (19).

UCAM Murcia: Hakanson (4), Ennis (8), Sant-Roos (6), Sleva (23) y Diagne (11), cinco inicial, -quinteto inicial-, Kurucs (10), Caupain (5), Radovic (2), Radebaugh (24), Flores (3).

Parciales: 13-21, 25-27 (38-48), 19-17 (57-65) y 29-31 (86-96).

Árbitros: Óscar Perea, Sergio Manuel y Arnau Padrós.

Incidencias: 6.976 espectadores. Semi Ojeleye recibió antes del partido el Trofeo al Esfuerzo, otorgado por los votos de los aficionados del Valencia Basket.