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Cuando el Valencia Basket conquistó el domingo su segunda Liga Femenina en el ambiente ya quedó claro que en la Fonteta se estaba celebrando algo ... mucho más importante. El club, con un proyecto diseñado en el paso a paso y sin correr, ya ha derribado la puerta. Como en su día hicieron el Dorna y el Ros Casares. Con humildad y con trabajo, pero sin pedir perdón. No tienen por qué hacerlo. El deporte son ciclos y ahora le toca reinar a la dinastía del Valencia Basket. Que, además, tiene toda la pinta de que ha llegado para quedarse. La ilusión es el motor del deporte. Cuando más de un millar de tus aficionados te reciben en el ayuntamiento, en una celebración de una Liga, con el cántico de «¡Euroliga, oé, Euroliga, oé!» ya te lo están diciendo todo. Ahora, lo importante es saber canalizar esa hambre de gloria en más llenos en la Fonteta. Así lo entendió Juan Roig, en la reflexión que hizo para este periódico en el balcón: «Ver la Fonteta llena hace más ilusión que un título porque gracias a que esté llena podemos alcanzarlos. Al revés, no. Es muy importante que tengamos a la afición con nosotros. Jugar la Euroliga ya es un gran reto y soñar siempre es bonito pero con los pies en el suelo».
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«Las metas están para trabajar y luchar por llegar a ellas. A veces las conquistaremos y otras no pero lo importante es luchar por ellas», razonó poco después Enric Carbonell. El director general del club tiene claro que la siguiente etapa del crecimiento del proyecto femenino está más allá de los Pirineos: «Estamos preparados para dar otro paso. No significa que el año que viene tenga que ser Final Four pero sí que en los próximos cinco años haremos todo lo posible para meter la cabeza en la Final Four de la Euroliga». Eso sí, sin olvidar que el club también tiene ambición con su equipo masculino. «No tengo ninguna duda de que los chicos volverán a pisar este balcón», sentenció. La última vez fue en 2019.
Hasta la alcaldesa se apuntó a la ilusión creada por un equipo que ha sumado los últimos cuatro títulos nacionales en juego. El órdago de María José Catalá, fue a lo grande: «Cuando ganasteis la Copa dije que estábamos ante una nueva dinastía del basket. Es una nueva era, la del Valencia Basket. Con vosotras se puede volar mucho más alto. Sé que lo vais a dar todo para traer esa Euroliga a Valencia». El primer aplauso de la celebración llegó en la basílica, donde se realizó la tradicional ofrenda y las jugadoras fueron recibidas con el sonido del ensayo general del concierto Ronda a la Mare de Déu. Durante los festejos, el razonamiento más repetido fue el título extra que supuso ver las gradas llenas. Roberto Hernández, miembro del staff técnico de Rubén Burgos, es un testigo directo de lo que supone, puesto que trabajó en el Ros Casares: «Una de las grandes hazañas que ha conseguido el club es llenar la Fonteta. Es un hito que no se había conseguido en Valencia, incluso con aquel Ros que ganó la Euroliga. Es algo histórico». «Mi voz (rota) es el nivel que tuvimos en la celebración», reconoció Cristina Ouviña desde el balcón. Antes de apuntarse, también, a lo de la dinastía: «No queremos tener presión pero ojalá que el año que viene estemos celebrando ser tetracampeonas». Otra vez la Euroliga. «Hola, muchas gracias» fue el mensaje de Iagupova, seguido de una carcajada general de buen rollo, Awa Fam recordó que el año pasado «ya dije que era la primera de muchas», Noa Morro se acordó del vinculado de Paterna y Paula Ginzo entonó un mensaje de despedida.
Una de las imágenes icónicas de la celebración llegó con Raquel Carrera y Alba Torrens, sin separarse de la muleta con la que apoyaban la pierna lesionada. La balear, sin poder esconder la sonrisa, tuvo claro que más allá del triplete, que es muy importante, el conseguir la Liga con las gradas llenas vale como un trofeo más: «Hay que valorar mucho el título por el trabajo y lo conseguido porque tiene mucho mérito y el cómo, que es con una Fonteta llena. Fue un momento muy especial poder vivir ese título con la afición y le da aún más sentido a lo que se ha conseguido. Es un momento histórico para el Valencia Basket. Estoy muy afortunada de estar en este momento aquí». Sobre su futuro, pidió algo de paciencia: «Ahora que ha acabado todo, veremos. Es un momento de reflexión para tomar decisiones».
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