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Lo más complicado de analizar los partidos de registros históricos del Valencia Basket esta temporada es que, como está haciendo tantos, es complicado buscar un nuevo titular. El de la trituradora de récords es apropiado... pero es que con lo conseguido frente al Leyma Coruña el equipo taronja directamente se ha pasado el juego. Estadísticamente hablando, es la mejor actuación ofensiva que ningún equipo ha tenido en un partido de Liga en España. Los 127 puntos anotados suponen la máxima anotación de la historia del Valencia Basket en todas las competiciones, superando los 121 en San Sebastián de 2016. Por su parte, los 180 de valoración es el mayor registro de la historia de un equipo en un partido de la ACB, superando los 179 del Real Madrid en 2016 y los 178 del Barça en 2013, y las 35 asistencias baten el tope histórico del club e igualan el de la ACB, que ahora comparte el equipo taronja con el Real Madrid y el Granollers, en un registro en 1988. Por si no fuera poco, los 42 puntos en el tercer acto igualan la tercera mejor marca en un cuarto de la historia de la Liga Endesa y los 74 puntos de la segunda parte también es la tercera mejor marca en una mitad de partido de la historia de la ACB (y la mejor de la entidad taronja superando los 67 de este curso ante el Granada), además de ser el mayor registro desde que se juega con cuatro cuartos y la mayor anotación en la mitad de un partido en los últimos 35 años de la competición.
El dato más impresionante, repasando la hemeroteca taronja, es que en un club fundado en 1986 cuatro de las seis mejores anotaciones de su historia han llegado este curso (127, 120, 116 y 115). Por su parte, el +46 de ayer contra el conjunto gallego es la segunda mayor diferencia de los taronja en una victoria de su historia en la ACB, y el +44 conseguido en Zaragoza el pasado 1 de marzo que supuso la mayor renta en triunfo fuera de casa. Lo dicho, una trituradora de récords.
Pese a ir por delante todo el partido, con un juego ofensivo que de nuevo volvió a poner a los taronja en una proyección centenaria, el gesto de Pedro Martínez al marcharse hacia vestuarios era el mejor reflejo del 53-44 que marcaba el electrónico. Una diferencia buena, siempre lo es, pero de esas que te obligan a no relajarse. Más aún cuando llegó gracias a un gran acierto en el triple, 8 de 17, pero no de explotar alguna de las especialidades del equipo esta temporada como es el rebote ofensivo. En el primer cuarto los valencianos no necesitaron ninguna captura en ataque para mandar por 26-17 y al descanso habían capturado tres, para idéntica diferencia.
Una trituradora en 20 minutos
Tan concienciados saltaron los locales al segundo tiempo, sabedores de que el partido no estaba ganado, que cuando se quisieron dar cuenta lo habían finiquitado en el ecuador del tercer cuarto (72-51) y, a partir de ahí, se disparó la diferencia ante un Leyma que bajó los brazos y que vio cómo ese periodo se cerraba con un 14-0 que puso un rotundo 95-63. La mejor forma de respetar a un rival es no bajar el pistón por condescendencia. Tampoco subirlo para hacer sangre. El mayor respeto es seguir jugando con la misma intensidad de antes de romper el partido. Ni más, ni menos. Eso es lo que hizo el Valencia Basket para firmar un 32-18 en el último cuarto que le hizo batir todas las marcas referidas. Como curiosidad, López-Arostegui fue el que batió el récord anotador de los taronja cuando, desde el tiro libre, subió el 122-76. Quedaban aún casi tres minutos.
Pedro Martínez, sabedor de que se le iba a preguntar por la catarata numérica, sacó su libro de estilo: «No quiero hablar de récords porque no le doy demasiado valor. Tenemos que estar contentos porque hemos sacado un partido adelante, que en la primera parte ganamos de nueve pero donde no teníamos las mejores sensaciones en defensa. En el tercer cuarto hemos metido 42 y el partido se ha roto. No quiero subrayar nada, ni pensar que todo es bonito, porque mi experiencia con estas cosas cuando empiezas a presumir, sacar pecho y haces valoraciones en medio de la competición... hay que estar contentos porque hemos ganado. Felicitarnos y poco más. Tener tranquilidad y no pensar que cada vez vamos a meter 120 puntos. Intentamos no mirar el marcador, ni cuando ganamos ni cuando perdemos. Eso es algo que nos decimos siempre. Los partidos duran 40 minutos y nos da igual si vamos ganando o perdiendo. A veces, hay partidos donde no haces ningún récord pero juegas igual de bien y ganas de poco, o pierdes porque también juega el rival, y el Leyma Coruña se ha caído en el tercer cuarto. Parece que estadísticamente ha sido un festival pero hay que analizar también la primera parte. Hay que valorar que hay cosas que mejorar y de la primera parte hay cosas que tenemos que mejorar».
Valencia Basket: Jones (9), Badio (12), Puerto (17), Sestina (11) y Costello (11), cinco inicial, Reuvers (10), López-Arostegui (6), Montero (18), Pradilla (8), Ojeleye (12), Jovic (5) y Brimah (8).
Leyma Coruña: Núñez (2), Taylor (16), Heurtel (16), Diagne (1) y Thompkins (17), cinco inicial, Huskic (3), Barrueta (9), Burjanadze (2), Silins (11), Scrubb (2), Font (2) y Hernández (-).
Parciales: 26-17, 27-27 (53-44), 42-19 (95-63) y 32-18 (128-81).
Árbitros: Martín Caballero, Rubén Sánchez Mohedas y Yasmina Alcaraz.
Incidencias: 5.986 espectadores.
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