Más de 1.000 proyectos de plantas de baterías solicitan instalarse en la Comunitat ante el cierre de Cofrentes

Conscientes de ello, numerosos promotores se han lanzado a solicitar la instalación de plantas de baterías en la Comunitat Valenciana. En concreto, la Generalitat ha recibido 1.002 proyectos que suman 9.400 megavatios (MW) de almacenamiento, según los datos facilitados por la Conselleria de Industria. Este volumen de solicitudes da buena cuenta del interés inversor en este sector, donde figuran tanto plantas grandes como de menor tamaño.

Estos 1.002 proyectos han presentando el depósito de garantía, un paso previo necesario para poder iniciar el expediente de tramitación. En otras palabras, ya han invertido una cuantía inicial para impulsar plantas de baterías sin saber, todavía, si podrán materializarse, ya que deben concederles el punto de acceso y conexión. Una vez lo obtienen, se someten a la tramitación de la Generalitat, que deberá emitir diversos informes.

Estos 1.002 proyectos son la suma de todas las solicitudes desde 2022 hasta el 17 de febrero de este año. En la provincia de Valencia la cifra de se sitúa en 530, por lo que acapara el grueso del interés inversor. La provincia de Alicante acumula 210 y la de Castellón, un total de 262. En estos últimos tres años, sin contar lo que va de 2025, el boom de solicitudes en la provincia de Valencia se produjo en 2023, cuando recibió 293 peticiones de instalar plantas de baterías. En 2024 se registraron 217 intenciones de inversión.

Sin embargo, en Castellón y en Alicante el furor explotó el año pasado, con 135 y 110 solicitudes, respectivamente. Estas cifras suponen un gran salto respecto a las demandas registradas en 2022, cuando se solicitaron 17 en Allicante, 15 en Valencia y 2 en Castellón. Entre el 1 de enero y 17 de febrero de 2025, la Generalitat ha recibido cinco solicitudes de implantación en Valencia, una en Alicante y tres en Castellón.

Oposición social

Enrique Bayonne, director del Clúster de Energía de Valencia, explicó la semana pasada durante un foro organizado por Iberdrola en Valencia que el interés por instalar proyectos de almacenamiento en España es elevado. «Hemos pasado de 14 a 26 gigas en un año. Vamos a superar los escenarios con mucho lo que marca el PNIEC», aseguró.

Sin embargo, también advirtió de las trabas burocráticas, sobre todo por parte de los ayuntamientos, en respuesta a la oposición social que hay frente a las baterías de almacenamiento eléctrico. «Hay una oposición social a las baterías por desinformación; dicen que si pueden explotar, que si tiene químicos peligrosos, etcétera. Eso hace que muchos ayuntamientos estén en contra y dilaten expedientes y presenten recursos, de manera que llegan a conseguir que los promotores desistan», explicó.

Otro problema que dilata los plazos de tramitación tiene que ver con combinar estas plantas de baterías con un proyecto de energía renovable en marcha, ya que la Administración suma las potencias de ambas, por lo que proyectos que superan los 50 megavatios deben ser tramitadas vía estatal en lugar de autonómica. «Si tengo una instalación renovable en ejecución y quiero añadir una planta de baterías, el cambio de órgano sustantivo me dificulta cumplir los plazos marcados para la primera instalación, poniendo en riesgo inversiones», explica.