Marruecos acusa al azulejo castellonense de exportar por debajo del coste de producción

El gobierno de Reino de Marruecos ha abierto una investigación sobre el precio de entrada del azulejo español en el país a instancias de la Asociación Profesional de Industrias Cerámicas de Marruecos (Apic). Para la organización, los productores españoles, mayoritariamente castellonenses, estarían introduciendo sus productos desde 2012 a unos precios por debajo del coste de fabricación.

Con esta actuación, los industriales marroquíes consideran que desde España se buscaría romper el sector local. De hecho, la Apic califica la situación de «ofensiva de los productos españoles» debida a los descensos que se han producido en otros mercados de la cerámica española como Arabia Saudí, Estados Unidos o la Unión Europea.

Sin embargo, Marruecos también está sintiendo los efectos del fin de las barreras arancelarias que el país impuso entre 2006 y 2010 para salvaguardar del mercado nacional contra los productos de China y que se han abierto paulatinamente. Desde la Asociación Española de fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), con sede en Castellón, reconocen que, como en otras investigaciones abiertas en el pasado, serán los que se encarguen de gestionar el proceso en nombre del sector.

«Estamos trabajando para cumplir con los requisitos que demanda la administración de Marruecos», señalan. En todo caso, apuntan que tanto la administración española como la de la Unión Europea están haciendo seguimiento de la situación.

Según los últimos datos disponibles, las ventas del azulejo español en Marruecos se cifran en unos 69,5 millones de euros y ascendieron entre el noviembre de 2014 y el de 2015 un 18,8%, según la patronal Ascer. La buena marcha de la exportación del sector azulejo valencianos a este país del Magreb se aprecia al tener en cuenta que en 2015 este destino ha entrado entre los 10 primeros, según las estadísticas del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales y las de la patronal cerámica.

El impacto de esta situación en la Comunitat Valenciana se debe a que una de las principales características del sector azulejero español es la alta concentración geográfica de la industria en la provincia de Castellón, en especial en el área delimitada al norte por Alcora y Borriol, al oeste por Onda, al sur por Nules y al este por Castellón de la Plana. El sector se conforma como un clúster o distrito industrial que cuenta con toda una serie de industrias auxiliares y organizaciones relacionadas en un área geográfica delimitada.

Fuentes del sector atribuyen la movilización marroquí a los problemas de productividad del sector en aquel país y aseguran que los costes de producción de un azulejo en España son casi un tercio inferiores, por la alta productividad y eficacia de las instalaciones españolas, que cuentan con unos altos niveles de control y optimización de costes que se han intensificado tras la crisis.

La investigación abierta por el Ministerio de Industria y Comercio marroquí todavía está en fase inicial y las empresas y los exportadores afectados tienen 30 días hábiles para presentar la documentación referida al precio de venta en Marruecos, el volumen de producto importado y los costes que ese género ha tenido en origen, más el transporte.

La denuncia que ha motivado esta actuación del ejecutivo marroquí viene de 2014, cuando la patronal azulejera de aquel país pidió la apertura de una investigación por los precios ofrecidos por los importadores de producto procedente de España e Italia, aunque finalmente el país transalpino ha quedado al margen. La asociación asegura que los precios del azulejo español se situaron entorno a los 36 dírhams (3,30 euros) el metro cuadrado en 2014. Por su parte, el precio por esa misma superficie se sitúa en torno a 65 dírhams de media (el equivalente a 5,95 euros), prácticamente el doble.

No es la primera vez que la exportación cerámica española se enfrenta a obstáculos para su actividad en el exterior, se reconoce desde Ascer. Desde que en 2010 se inició un proceso de apertura económica en el reino alauí, se han repetido distintas actuaciones que, sólo en algunos casos, han obstaculizado la importación de productos al país.

Aunque el caballo de batalla de los productores marroquíes es China, por su capacidad de competir en precio y volumen en muchos sectores, el abaratamiento de costes de determinados productos de calidad procedentes de Europa han ido obligando a los productores locales a unos niveles de competitividad que no han podido asumir.

De hecho, la crisis del sector cerámico marroquí esta provocando el cierre de empresas, mientras que la escasa deslocalización de las firmas italiana y españolas no está ofreciendo sustitutos nacionales o extranjeros. Los problemas para garantizar un suministro energético continuado y el servicio de puertos como el de Castellón, Valencia o Gioia Tauro (Italia) son las principales razones que se dan en el sector para explicar esta resistencia.