Daños en los campos de viñedos en la pedanía de Campo Arcis provocados por las fuertes granizadas. Damián Torres

El pedrisco sentencia la vendimia

La tormenta deja 40 millones de euros en pérdidas en el campo valenciano y daña cerca de 15.000 hectáreas

Lunes, 18 de septiembre 2023

Si el sector viticultor ya arrastraba una seria crisis de rentabilidad, azuzada por la sequía, los bajos precios y los cambios de tendencia en el consumo, el pedrisco del pasado domingo ha sido la puntilla que le faltaba. Las primeras estimaciones del daño causado por ... la tormenta cifran unas pérdidas directas que superan los 40 millones de euros en cosechas y más de 20.000 hectáreas afectadas, según los diferentes cálculos realizados por La Unió Llauradora y la Asociación Valenciana de Agricultores (Ava-Asaja).

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La comarca Utiel-Requena es la zona más perjudicada en cuanto a extensión, con 8.000 hectáreas que suponen unas pérdidas de 12 millones de euros, según indica el responsable de seguros agrarios de AVA, Isidro López. El Camp del Turia, sin embargo, es la que más merma económica registra, con 25 millones de euros de pérdidas directas tras registrar 6.000 hectáreas dañadas de cítricos, caquis y hortalizas.

A lo largo de una franja de unos 40 kilómetros, entre la pedanía de Requena de El Rebollar y Villatoya –en la frontera con Castilla-La Mancha–, cientos de viticultores perdieron hasta la totalidad de su producción de uva en plena época de vendimia, según AVA. Además, la piedra llegó a causar daños severos en las cepas, lo que podría dar lugar a problemas en la poda y en la producción de la siguiente temporada. Por todo ello, la organización agraria prevé que la cosecha en esta comarca –la principal zona productora de uva en la Comunitat Valenciana– sufrirá una merma superior al 60% respecto a la media de los últimos años debido a, entre otras adversidades climáticas, las sucesivas tormentas de pedrisco.

No obstante, La Unió Llauradora relativiza el impacto sobre el sector vitivinícola al indicar que en la zona afectada del término municipal de Requena «ya se había recolectado» un tercio de la uva prevista aproximadamente, por lo que «se han minimizado los daños». Según los datos recogidos por esta organización agraria, el principal cultivo afectado es el de los cítricos con el 43% de las pérdidas, seguido del caqui con el 20%, mientras que sitúan los daños en la uva de vinificación en el 16% del total registrado en el campo valenciano. Otros cultivos afectados son el olivar con el 10%, ornamentales y viveros con el 8% y hortalizas con el 7%.

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Aunque varían en los porcentajes, tanto AVA como La Unió Llauradora coinciden en el perjuicio que supondrá para la próxima campaña la defoliación y los daños en madera, cuyos daños pueden alargarse durante años. «En parcelas de alcachofas, que se encontraban en periodo de brotación, solo ha quedado la estaca», añaden desde AVA, que también destaca los destrozos en el Camp de Morvedre, la Plana Baixa –que la semana pasada ya sufrió una DANA– y la Ribera. Estas zonas abarcan una superficie de un millar de hectáreas afectadas, especialmente de cítricos, caquis y aguacates. En el caso del arroz, el pedrisco ha tenido una incidencia escasa, aunque la persistencia de las últimas lluvias ya está ocasionando pérdidas de producción a las variedades más tempranas.

El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de la Comunitat, Ricardo Bayo, manifiesta que este año es «inusual» en lo que se refiere a daños por fenómenos climatológicos. Las sequías, olas de calor y ahora lluvias torrenciales y granizadas están pasando factura al sector. «Y todavía está por llegar el próximo invierno», señala Bayo. «Ante esta situación extrema en la que muchos agricultores lo han perdido todo, consideramos que es necesario que la administración, tanto la autonómica como nacional, tome cartas en el asunto y despliegue una batería de ayudas con la finalidad de paliar los daños causados», añade.

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Por ello, UPA solicita al conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, que convoque una reunión con las organizaciones agrarias para evaluar los daños y tomar las medidas oportunas.

Por su parte, Aguirre visitó este lunes los viñedos afectados por la fuerte tormenta en la comarca de Utiel-Requena. «Los daños han sido muy importantes pero también están localizados en zonas muy concretas, por lo que no hay que lamentar la pérdida total de la vendimia», señaló y matizó que los daños producidos son fundamentalmente de la variedad bobal, que estaba aún sin vendimiar, a diferencia de la uva destinada al cava, que ya se recolectó en su mayoría. Esto incide aún más en la crisis que sufre el vino tinto valenciano en particular, que se está acumulando en los almacenes de las bodegas y cuyos precios siguen a la baja. Por todo ello, el conseller ofreció «facilidades a los agricultores en la adquisición de productos fungicidas para tratar las viñas».

Las organizaciones agrarias recuerdan a los productores que pueden pedir a sus seguros la indemnización por los estragos causados por las tormentas, aunque, a su vez, creen necesarias otras ayudas por parte de las administraciones. «Son necesarias la concesión de ayudas directas a aquellos más afectados, así como que se implemente la exención del pago de algunos impuestos como el IBI, que se aplace o se elimine el pago de las cuotas de autónomos de los próximos 18 meses en función de los cultivos afectados, y se concedan préstamos bonificados para afrontar la próxima campaña y recuperar los cultivos», señala Bayo, quien destaca que deben aumentar las aportaciones económicas con la finalidad de que el seguro «sea accesible para todos los agricultores y no un lujo». Además de estas mismas medidas, La Unió reclamará también la agilización de las peritaciones de los campos siniestrados.

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