Cómo ahorrar en la factura de la luz con cuatro cambios en la nevera

El precio de la luz se ha disparado y la factura de la electricidad supone un susto a final de mes. La situación ha llegado a un punto en el que vivimos pendientes de qué horas son las más baratas para poner los electrodomésticos y aprovechamos las franjas más económicas para tareas tan sencillas y necesarias como poner la lavadora o el lavavajillas.

No obstante, hay algunos electrodomésticos que no podemos tener desconectados y que están todo el día consumiendo energía. Estos son la clave para notar una diferencia importante de ahorro a final de mes, ya que las medidas que tomemos para reducir su gasto energético tendrán su efecto durante todo el tiempo que está encendido.

Uno de ellos es la nevera, el electrodoméstico que tenemos conectado las 24 horas del día y en el que unos simples cambios pueden suponerte un buen ahorro a final de mes en la factura de la luz. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda que el frigorífico «consume mucho más» porque está funcionando todo el tiempo, por lo que «poner en práctica unos hábitos de ahorro puede suponer bajar un buen pellizco tu factura eléctrica».

Estos son unos sencillos pero efectivos trucos para ahorrar luz con la nevera:

Tener el frigorífico cerca de una fuente de calor como puede ser un radiador, horno o un lugar soleado puede hacer que al electrodoméstico le cueste obtener y mantener la temperatura correcta.

Lo ideal es comprobar que el electrodoméstico tiene el suficiente espacio por detrás como para que circule el aire suficiente y no se recaliente. También es necesario mantener limpia esta zona y quitar el polvo regularmente para no obstaculizar el intercambio de calor, ya que el electrodoméstico respira por aquí.

Es muy importante la temperatura a la que poner el electrodoméstico, porque si la marcas demasiado baja le costará más llegar a refrigerarse y por lo tanto consumirá más energia. «Una temperatura interior de 5º C en el frigorífico, y de -18º C en el congelador es más que suficiente para conservar la mayoría de los alimentos», recomiendan desde la OCU.

Descongelar la nevera de tanto en tanto es imprescindible para ahorrar, ya que «tres milímetros de escarcha en las paredes del congelador aumentan el consumo un 30%», según indica la OCU.