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Polígono de Massanassa. EP

Alcantarillados por arreglar y calles sin luz en los polígonos tres meses después

Las empresas reclaman a Europa ayudas a fondo perdido y advierten de que el retraso del Consorcio pone en jaque a numerosos negocios

Martes, 4 de febrero 2025, 02:15

Por mucho que las empresas se hayan afanado en limpiar sus instalaciones y reestablecer sus servicios, poco pueden hacer ante la situación en la que ... se encuentran los polígonos donde se ubican, con alcantarillado todavía por cambiar y con calles que siguen sin luz. «El daño ha sido muy grande, aunque no tengamos una encuesta para saber exactamente cuántas empresas están paralizadas todavía», explica Diego Romá, gerente de Federación de Parques Empresariales de la Comunidad Valenciana (Fepeval) a este periódico.

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La responsabilidad de que este escenario postapocalíptico persista es compartida, motivo por el que Romá pide implicación a todas las administraciones. Eso sí, manda un encargo especialmente a la Unión Europea. «Aquí va a hacer falta mucha implicación. Hay necesidad de asfaltado y de alumbrado. Un tema que nos preocupa es el alcantarillado, porque hay zonas donde se puede limar el lodo endurecido, pero en otras que hay que cambiar el alcantarillado por tramos. Hace falta una inversión muy fuerte», sostiene el representante de las áreas industriales valencianas. «Hay que trabajar y realizar un gran esfuerzo para reconstruir y relanzar los parques empresariales. Hace falta apoyo de todas las administraciones», insiste.

El cuello botella que sufre el Consorcio de Seguros con las numerosas solicitudes es también uno de los principales problemas de las compañías, tanto de las que se ubican en polígonos como en los municipios afectados. «Hay un atasco tremendo. Todavía hay gente que falta por peritar, pero lo peor es que si no te mandan el informe no puedes tomar decisión sobre si continuarás», agrega Romá.

Por todo ello, tanto desde Fepeval como desde el resto de asociaciones y patronales, se insiste en la celeridad de las indemnizaciones para evitar el cierre de negocios, pero, además de esto, Romá pone el foco en la Unión Europea. «Insistimos en ala necesidad de yudas directas. Hay ICOS, pero son préstamos. Hacen falta ayudas sobre todo de la comisión Europea», indica en referencia al Fondo de Solidaridad de la Unión Europea (FSUE) y los Mecanismos de Protección Civil de la Unión Europea (MPCU). «La Generalitat sabemos cómo está de deuda, por lo que necesitamos la solidaridad de España y de la Unión Europea», añade.

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«Hay una voluntad de afanarse pero no sabemos cuántas empresas se van a quedar en el camino. Si hay financiación ágil y rápida, menos empresas caerán», señala Romá, que insiste en la necesidad de agilizar la recuperación y las inversiones en los parques empresariales. «Hay zonas de polígonos que siguen sin luz. El asfalto está hecho polvo, el alcantarillado, los sistemas de video vigilancia... Hace falta aportaciones a fondo perdido», sostiene el gerente de Fepeval, que destaca, sin embargo, las actuaciones realizadas desde la conselleria y el Gobierno. «Pero hace falta más», asegura.

Hay una consecuencia que ya es una realidad: la suspensión de inversiones y proyectos. Es lo que ha hecho, por ejemplo, Silicon Valen, especializada en el desarrollo de paneles solares, que ha decidido aplazar su proyecto de emprender la producción integral de estos elementos tras haber sufrido las terribles riadas en sus instalaciones de Massanassa. «Es una reflexión que no ha sido fácil. No podemos financiar un proyecto de ciento y pico millones de euros cuando un fenómeno como el que hemos vivido puede ocurrir dentro de tres años», afirma Marcos Lacruz, presidente de la mercantil valenciana.

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Por ello, Lacruz se plantea la búsqueda de nuevas ubicaciones, algo que ya están haciendo otras empresas, aunque sea de manera puntual para poder continuar su actividad ante los costes que supone la rehabilitación de sus naves. Por otro lado, advierte de la huida de inversiones en la provincia de Valencia por parte de otras industrias precisamente por el temor a una nueva dana. «Es muy complicado que lleguen inversiones en la zona cero, sobre todo aquellas que tengan que ver con una industria, con tecnología y maquinaria», indica.

Sin embargo, Baldemar Asensio, CEO de la consultora Triangle, insistía hace dos semanas en que la provincia de Valencia sigue siendo un polo de actividad logística atractivo. «La ubicación es la que es y no se puede cambiar. Lo que veremos es que más empresas tomarán medidas concretas a la hora de construir las instalaciones de cara a posibles futuras inundaciones», explicaba Asensio. Por otro lado, admitió que los polígonos lidian constantemente con diversas incidencias. «La normalidad absoluta en las zonas logísticas requerirá meses», afirmó.

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