El alquiler de coches entre particulares: un negocio innovador que deja 2,5 millones de euros en Valencia

Los datos no mienten: en el último año, las operaciones de alquiler de turismos entre conductores valencianos han generado 2,5 millones de euros. Es decir, la ciudad ya se encuentra entre las mejor posicionadas del ranking nacional, en el que las dos primeras posiciones son para Madrid, donde se movilizaron 3 millones, y para Barcelona, que lidera la clasificación con una circulación de 3,5 millones de euros gracias a su modelo de economía colaborativa.

Desde la plataforma de alquiler aseguran que la alternativa reduce «la necesidad de comprar nuevos coches» y fomenta «un consumo más responsable» del vehículo al darle una segunda utilidad. Alberto Bajjali, CEO de Amovens, sostiene que el alquiler de vehículos entre particulares contribuye «significativamente a la reducción de emisiones de CO2, la descongestión urbana y el uso eficiente de los recursos disponibles». En ese sentido, desde la compañía aseguran que las grandes ciudades, entre las que ya se puede incluir a Valencia, se encuentran «saturadas de vehículos en desuso», debido a que el 97% de la vida útil de un coche se pasa aparcado. «Esto se traduce en una congestión urbana innecesaria, contaminación del aire y una pérdida significativa de espacio público», critican desde la plataforma.

Pero, ¿cómo funciona el alquiler entre particulares? Es bien sencillo. En la actualidad existe un gran número de plataformas que conectan a usuarios interesados en tener un ingreso extra con aquellos que necesitan un turismo durante un tiempo determinado en una ciudad. El formato de estas páginas es similar al de cualquier página de reserva de alojamiento vacacional, por poner un ejemplo. El catálogo es extenso. En una sola plataforma -en este caso la propia Amovens- se pueden encontrar más de 300 vehículos de particulares ofertados para ser alquilados por día. Los precios son variados: desde los 27 euros diarios que cuesta un Renaul Twingo de 2014 publicado hasta los 258 euros diarios que solicita el propietario de un Maserati Ghibili.

Otras plataformas, como Getaround, ofrecen la posibilidad de alquilar vehículos por horas, una alternativa que, sobre todo, genera especial interés entre los turistas. En algunas regiones con gran arraigo turístico, como las Islas Canarias, el alquiler de vehículos particulares a turistas se ha incrementado este verano, generando un gran malestar entre las grandes compañías de rent a car.

En declaraciones a Cope Canarias, el presidente de la Asociación Profesional de Empresarios de Coches de alquiler de Canaria, César Martín aseguraba que el alquiler entre particulares «tiene que ver» con los datos de economía sumergida que se registran en Canarias. «Estamos hablando de que casi un 30 % de los estudios sobre la economía sumergida en las islas, uno de los aspectos que toca a todas las industrias es el alquiler de vehículos. Particulares con su vehículo que lo alquilan», lamentaba el portavoz de la patronal de alquiler de vehículos.

No obstante, la situación en la Comunitat Valenciana todavía no es tan preocupante, según la Asociación Empresarial de Alquiler de Vehículos de la Comunitat Valenciana y la Región de Murcia (Aecoval). Mauro Derqui, presidente de la patronal, considera que hoy por hoy «ese es uno de los menores problemas que tenemos». Derqui ha asegurado que en Alicante sí que se ha producido algún problema de este tipo, pero no se puede comparar a los que se han registrado en Málaga o Canarias. Sin embargo, la asociación exige que se regule la actividad, ya que los conductores que alquilan sus vehículos «no cumplen con las responsabilidades» ante las que sí que deben responder las empresas de rent a car.

Desde Aecoval exigen que los propietarios tengan que declarar sus ingresos a Hacienda, deban notificar el nombre del conductor o se vean obligados a ponerle la etiqueta al coche de 'turismo de alquiler sin conductor'.

En la actualidad, la Comunitat cuenta con una flota de 150.000 vehículos de alquiler. De todos ellos, aproximadamente el 90% se dedica a cubrir las demandas de los turistas que llegan a la región, mientras que el 10% restante se destina a otro tipo de servicios.