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El sector de la automoción atraviesa un momento complejo a nivel continental. La Comunitat también lo está sufriendo en sus propias carnes. Lo saben los ... 696 empleados de Ford Almussafes que han salido de forma incentivada tras el cuarto Expediente Regulador de Empleo (ERE). Pero también los conductores valencianos que llevan sin poder cambiar de coche más tiempo del que cualquier experto recomienda. La crisis de los semiconductores que azotó al panorama internacional de la automoción tras la pandemia inició una escalada de precios que cuatro años más tarde todavía no se ha detenido. De hecho, el precio de un vehículo nuevo en España supera los 50.000 euros de media, por lo que resulta inasumible para la mayor parte de la población.
Las cifras de ventas así lo demuestran. A pesar del repunte interanual –se ha vendido un 4,5% más de vehículos que el año pasado– en el mes de agosto el mercado de turismos volvió a sufrir una importante caída a nivel nacional. Por contra, los vehículos de segundo uso experimentan el comportamiento opuesto. En la Comunitat Valenciana se han vendido hasta agosto 149.575 vehículos de ocasión, lo que supone un 4,8% más que en el mismo periodo del año previo.
Además, dentro de los vehículos de segunda mano, los usuarios siguen optando por coches de mayor antigüedad, que son los que mantienen los precios más asequibles. Según las estadísticas de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam), los turismos usados de más de quince años concentran cuatro de cada diez ventas a pesar de que también han incrementado su precio más de un 20% debido al crecimiento de la demanda. Con ello, también sube la edad del parque móvil. «Uno de cada cuatro coches que circula por España tiene más de veinte años. No es que no quieran cambiarlo, sino que no pueden cambiarlo», asegura la directora de comunicación de Ganvam, Tania Puche.
El precio medio de un vehículo utilizado en España se sitúa cerca de los 20.000 euros, aunque el caso de la Comunitat es especialmente llamativo. El coste medio en la región ha aumentado un 22,71% en el último año hasta situarse en los 25.230 euros actuales. Por lo que el precio supone un impedimento a la hora de adquirir un turismo nuevo, pero también un lastre para los compradores de vehículos de segunda mano.
La estadística pone de manifiesto que el comprador busca cada vez más un coche práctico y eficiente, de modo que los concesionarios –como explica la compañía Sumauto– se aferran a aquellos vehículos que les garanticen una venta más rápida y rentable. Es decir los que menos días necesitan para encontrar comprador, que son aquellos con bajo tiempo de rotación y una antigüedad media que oscila entre los dos y los ocho años.
Si el aspecto económico no es lo único que se tiene en cuenta a la hora de adquirir un vehículo de segunda mano, los híbridos no enchufables son «los que tiran del mercado», de acuerdo con Tania Puche. «Es un tipo de vehículo que permite acercarnos a la electromovilidad eliminando todo tipo de incertidumbres que surgen alrededor de los modelos eléctricos», asegura la experta.
Ese es el otro gran problema que sacude al sector: un ritmo inferior del esperado en el proceso de cambio hacia modelos ecológicamente sostenibles.
Gerardo Cabañas, director general de Coches.com, ya advertía en julio del complejo escenario al que se enfrentaba el sector: «La gente no tiene claro que el coche 100 % eléctrico sea la única solución y al mismo tiempo se habló mucho de que las ayudas a la compra iban a convertirse en descuentos directos. No ha sido así y al final se ha prorrogado un sistema que no ha conseguido que nos acerquemos a las cifras de ventas de coches enchufables en el resto de Europa y difícilmente lo harán».
La evolución del mercado valenciano en lo que va de año refleja que el coche eléctrico sigue estancado, sobre todo cuando se trata de vehículo nuevo, ya que en el mercado de segunda mano los electrificados crecen a doble dígito. La conclusión es evidente. Ante las dudas respecto a los modelos que están llamados a ocupar las carreteras en los próximos años se despejan cuando el precio de adquisición de los mismos es menor. Desde Ganvam consideran fundamental «crear un clima de seguridad para que los ciudadanos que están algo asustados puedan tener un enfoque tecnológico diverso».
Hasta que ese propósito se consiga, la mayoría de las familias optarán por mantener su vehículo y hacer visitas rutinarias al taller a fin de mantener en condiciones óptimas sus envejecidos turismos.
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