El aviso de Niño Becerra sobre lo que está por venir en verano: «Puede llegarse a un momento Covid»

Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica y uno de los analistas más seguidos en redes sociales cuando se trata de anticipar grandes movimientos del sistema económico global, ha vuelto a lanzar una advertencia que no ha pasado desapercibida. El experto ha vinculado el actual panorama internacional, marcado por las tensiones comerciales y la inestabilidad geopolítica, con un posible escenario de paralización similar al vivido durante la pandemia del coronavirus.

El mensaje de Becerra ha sido claro y contundente: «Si en un par de meses no se llega a un acuerdo -verdadero- internacional, en verano puede llegarse a un momento Covid», advierte.

Las palabras del economista llegan en un contexto especialmente delicado. Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China vuelven a escenificar una escalada de tensiones, con la reintroducción de aranceles por parte del expresidente Donald Trump —en algunos casos, con niveles sin precedentes— que están alimentando una nueva oleada de incertidumbre global. A eso se suman las tensiones entre bloques geopolíticos, la guerra en Ucrania, el conflicto en Oriente Medio y una economía mundial que todavía arrastra desequilibrios estructurales tras la pandemia y la crisis energética.

El experto alerta de que esta combinación explosiva puede derivar en consecuencias económicas de gran calado si no se actúa con rapidez y responsabilidad desde los centros de poder global. «¿Qué pasaría si esos acuerdos se dilatan, o se tuercen, o se enquistan, o se ven perjudicados por tensiones geopolíticas ahora en curso pero que se descontrolan? Pues que el planeta podría llegar a una situación Covid», asegura.

En este contexto, señala el verano como un punto de inflexión. Según sus análisis, si no se alcanza un consenso real en las negociaciones comerciales internacionales en las próximas semanas, podrían desencadenarse efectos similares a los que provocó la pandemia en términos de paralización económica, volatilidad en los mercados y caída del consumo.

Aunque la comparación con el confinamiento pueda parecer exagerada, Niño Becerra no habla de restricciones sanitarias, sino del impacto económico que una ruptura de equilibrios comerciales puede generar. De hecho, ya hay indicadores preocupantes: la inflación persiste, los precios de los alimentos no ceden, la vivienda sigue tensionada y el ciudadano medio sufre una pérdida de poder adquisitivo casi constante.

«Podríamos vivir una situación similar a la del Covid si las negociaciones entre China y Estados Unidos se prolongan en exceso», insiste el economista. Sin embargo, recuerda que el pánico «no debe ser el rumbo que ha de seguir la sociedad». El reto está en reconocer la fragilidad del sistema actual y actuar con celeridad para evitar que el mundo se adentre, una vez más, en una crisis de gran escala sin estar preparado. Y aunque esta vez no haya una pandemia, la parálisis podría volver por otros caminos.

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