El sector azulejero recordará 2021 como un año de contrastes: pese a marcar cifras históricas en las ventas, que crecen un 20%, hasta los 4.600 millones y con aumentos del 19% en las exportaciones, los costes energéticos se han comido parte de esa rentabilidad, ... especialmente en los últimos tres meses, con unos precios de la luz y el gas desbocados para el sector. Sobre todo este último, que es el que más preocupa a las empresas azulejeras, pues es clave para su funcionamiento, y que ha pasado de los 24 euros de comienzos de año a los 140 euros.
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La factura energética se ha disparado un 276%, pasando de los 478 millones de 2020 a los 1.800 millones que se estiman para este ejercicio, según detalló este lunes la patronal Ascer (Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos) durante el balance que hizo del año. Si en 2019 la energía suponía el 13% sobre la facturación sectorial, ese porcentaje podría alcanzar el 37% este año. Un 2021 en el que también constataron que las ventas están creciendo en Reino Unido, Francia, Italia, Portugal y Bélgica, así como en EE UU, Canadá o Marruecos y el descenso de las mismas en Arabia Saudí. La producción, por su parte, suma 580 millones de metros cuadrados, un 20% más que el año pasado.
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«No hay crisis de demanda. La cartera de pedidos está llena pero no vamos a poder atender esa demanda», apuntó el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, que remarcó «la incertidumbre» existente de cara a 2022. «No sabemos cuándo acabará esto, los indicadores marcan que va para largo», añadió. En este sentido, dijo, «si además, del gas, sube la luz, el CO2 y los derivados para fabricar productos, los costes para las empresas subirán mucho más que las ventas».
Costes a los que también se suman los aumentos del embalaje (especialmente plásticos y palés) y del transporte, con especial incidencia los fletes marítimos. Si un contenedor costaba entre 900 y 1.000 euros, ahora se paga diez veces más, desveló el tesorero de Ascer, Francisco Ramos, que reconoció que el «escenario es poco alentador y pesimista».
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Una situación que ha provocado ya los primeros movimientos en un sector que representa más del 14% del PIB en la Comunitat. Así, las empresas están estudiando los ajustes de costes pues, de momento, ha sido el propio sector el que ha asumido las subidas de precios. «El que no sube los precios está muerto», advirtió Nomdedeu. «Al sector le salvará la bajada del precio del gas y el hecho de que el CO2 deje de ser un impuesto revolucionario», añadió durante el encuentro con medios.
En este sentido, Ramos, que también remarcó la situación «de incertidumbre y nervios», explicó que los fabricantes ya han efectuado dos subidas de precios (la segunda, este mes) y no se descarta una tercera para enero. Asimismo, se están planteando un cierre temporal de empresas por vacaciones –algo más prolongado de lo habitual–, además de «paradas consolidadas de parte de las plantas productivas menos eficientes».
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Además, también se ha puesto sobre la mesa que algunos productos se plantean tarifar un recargo energético según la cotización del gas en los mercados internacionales. Aquí apuntó que la cerámica, que supone el 1% de las emisiones de carbono, pagará a partir del próximo año un 55% de sus emisiones, «lo que incrementará también los costes de producción de una manera indirecta».
A ello se suma el horizonte de los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE), que podrían aumentar e, incluso, traducirse en ERE pues las empresas están viendo reducidos sus beneficios. En juego, según el presidente de Ascer, los 16.100 empleos directos de las azulejeras y otros 40.000 indirectos. Según los datos que maneja Ascer, ya hay 500 trabajadores afectados por los ERTE planteados por cinco empresas. «Hasta que los precios se estabilicen, la única solución pasa por parar producción», señaló.
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El presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, también criticó que las administraciones no escuchan al sector, «puesto que hay planes que no se ejecutan» y señaló que no sabe si es «porque no pueden, no saben o no quieren». En cualquier caso, Nomdedeu reclamó un plan de choque a corto plazo para reducir el impacto energético en el sector azulejero e insistió en la necesidad plan energético industrial en España.
Y eso, a su juicio, «hay que hablarlo aquí [en referencia a España] y en Bruselas». De ahí que recordara que el 25 de enero a representantes de ASCER mantendrán una reunión en Bruselas con el director general de Competencia, en la que también participarán representantes de la industria italiana. Entre los temas a tratar, el impacto de la legislación europea en materia medioambiental o las consecuencias de la competencia desleal de terceros países.
Precisamente el sector tiene dos frentes abiertos para 2022, ya que en noviembre expiran las medidas 'antidumping' impuestas contra las importaciones de China. Aunque la cuota de mercado de las importaciones chinas en Europa es baja, el gigante asiático sigue con un exceso de capacidad, por lo que el sector pide que se amplíen las medidas. En el caso de India y Turquía se ha iniciado el procedimiento antidumping.
Respecto a Cevisama, Nomdedeu comentó que actualmente la feria sigue su preparación con un nivel de participación alto. «Será Feria Valencia quien decida si se hace en función de la situación sanitaria», apuntó.
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