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Carlos Cuerpo es el ministro de Economía. Sin duda, el perfil más técnico, y también, por qué no decirlo el menos agresivo del Gobierno ... central. Una posición que resalta en estos tiempos tan convulsos.
–Es su quinta visita tras la dana. ¿Cómo ha visto la evolución?
–Había que venir y tener una idea de cuál era la situación en la zona más afectada, del comercio, de la industria, de los polígonos... Hoy por primera vez tengo que reconocer, y así se lo he dicho a los empresarios, que gran parte de la conversación ha versado sobre el futuro, sobre una vuelta a la normalidad mejor que la que existía antes del 29 de octubre. Es una muy buena señal porque da una idea de que se empieza a levantar la cabeza. Y esto no quita para reconocer que hay muchos retos por delante.
–El Gobierno ha movilizado 16.600 millones en ayudas pero se han abonado unos 4.200. ¿A qué se debe esa diferencia?
–Esos 4.200 millones son más del 3% del PIB de toda la Comunidad Valenciana. Son ayudas directas y también unos 2.300 de indemnizaciones por parte del Consorcio, que ya ha respondido más de 180.000 reclamaciones. Es decir, el Consorcio ha gestionado y atendido en torno a ocho de cada diez de todas las reclamaciones que se hicieron desde el 29 de octubre. Esto es un avance muy sustancial. A finales de abril se habrán gestionado el 95%. Evidentemente somos conscientes de que cada día que pasa sin que una empresa reciba indemnización es un día que llegamos tarde.
–Una de las quejas es la tributación por esas ayudas (IRPF, IVA, etc.) ¿Se va a dar solución?
–Al final de lo que se trata es que aquel afectado que haya perdido, por ejemplo, su vehículo sea capaz de reponerlo, si es posible, sin tener que poner un euro adicional respecto a lo que haya recibido de indemnizaciones y ayudas. Que la ayuda se articule de manera directa o a través de una reducción del precio es lo de menos. De lo que estamos hablando es de cuál es el esfuerzo fiscal que hace el Gobierno para ser capaces de compensar y contribuir a que esta situación no suponga un coste adicional para el afectado.
–Ya que hablamos de vehículos... No se entiende que si se han perdido más de 130.000, apenas haya 21.000 solicitudes.
–El Consorcio ya ha indemnizado a más de 110.000 con un promedio de 8.600 euros. Es, probablemente, donde más rápido se ha avanzado. ¿Qué ha supuesto? Que tenemos muchos hogares que recibieron la ayuda para reponer su automóvil, pero tenían otros elementos afectados de su vida, ya podía ser su vivienda, negocio... Y en esas primeras semanas tenían una enorme incertidumbre con respecto a qué recuperar primero. Eso hizo que la cuantía del coche se utilizara también para otros usos, como es normal, o se esperara para tener un poco más de información sobre cuál el total de las ayudas. Es decir, muchos ciudadanos han pospuesto la decisión de la compra del vehículo, pero estamos viendo que en las últimas semanas se está acelerando esa compra porque están empezando a tener una mayor certidumbre.
–¿Cómo ve el papel de empresarios, por ejemplo Amancio Ortega o Juan Roig, y sus ayudas?
–Todos tenemos que congratularnos de la generosidad de empresarios, pero también de ciudadanos –muchas veces anónimos– que no sólo han puesto su dinero, sino su tiempo, esfuerzo y energía por ayudar. Tenemos una sociedad y un país solidarios y esto siempre es una buena noticia, pero no quita, y este es otro mensaje importante, a que los ciudadanos tienen que saber que las instituciones están detrás de ellos, les van a proteger y van a asegurar que la salida sea lo más rápida posible.
–¿Han cuantificado el impacto de la dana en el PIB?
–Lo que estimamos fue un impacto de en torno a una décima en el crecimiento de ese último trimestre. Y así y todo vimos que, a nivel nacional, se mantuvo en línea con los trimestres anteriores. Lo que esperamos, y lo que estamos viendo con los últimos datos, es que poco a poco, con diferencias según la afectación de los pueblos, es que nos vamos acercando a la línea de la normalidad. Ahora tenemos que seguir avanzando en eso.
Carlos Cuerpo
–Otro asunto de impacto: ¿sí o no a la opa del BBVA-Sabadell?
–Desde el principio he expresado claramente la preocupación del Gobierno en cuanto al impacto en la competencia, en el cliente y en particular para las pymes. Estamos ahora en un proceso que sigue su curso, donde le corresponde a la CNMC realizar un informe sobre el impacto. Desde el Gobierno, respeto por este procedimiento y a la espera.
–Me acaba de hacer un Rajoy: ni sí ni no ni todo lo contrario.
–He comentado cuál es el estado de nuestras preocupaciones. Estamos esperando precisamente la actualización de esos elementos asociados a la competencia. Los analizaremos y, en función de eso, valoraremos tanto nuestra respuesta a ese informe como los siguientes pasos.
–¿Habrá más regresos de sedes de empresas a Cataluña?
–Sí. Se dan las condiciones para que el proceso de salida de empresas de 2017 se revierta.
–¿Considera que CaixaBank debería regresar a Cataluña?
–Es una decisión empresarial. En este caso se ha tomado la decisión de devolver tanto la Fundación como Criteria a Cataluña y ese es un mensaje muy potente por parte del grupo. Pero yo no anticiparía decisiones individuales. Creo que se dan las circunstancias para que empresas, que en una decisión con un razonamiento de inestabilidad política y económica que se ha revertido por completo, sigan volviendo. A partir de ahí, cada empresa tiene una historia distinta. Desde CaixaBank ya han especificado que las circunstancias son distintas a 2017, también en cuanto a la propia fusión, y es algo que tendrá que decidir la propia empresa. Para mí, como ministro de Economía, uno de los elementos principales es que es una señal muy positiva de futuro en uno de los grandes motores de crecimiento de España como es Cataluña. Y no creo que esto vaya en detrimento de ninguna otra comunidad autónoma.
–¿Pero sería bueno que una empresa de las dimensiones de CaixaBank, y lo que puede significar en imagen para la estabilidad, vuelva a Cataluña?
–Esa señal de estabilidad está saliendo a espuertas y eso es lo que está llamando la atención de las empresas para volver. El mensaje está muy claro: es un buen momento y las circunstancias son idóneas para volver, iniciar una actividad o invertir en Cataluña.
–El ruido, esa confrontación política que hay en la Comunitat, pero también en España, ¿puede alejar a los inversores?
–Existe una base de datos que publica el Financial Times sobre los nuevos proyectos de inversión extranjera. En el periodo 2018-2024, España es el cuarto país del mundo. Se ve claramente la apuesta por las energías renovables, la Inteligencia Artificial y la digitalización. Y esto está ocurriendo, efectivamente, en un contexto en que yo diría que hay un ruido excesivo, pero que no frena este fenómeno. Existe una buena cualificación de los trabajadores, buenas previsiones y localización como puente con América Latina, el Magreb o África.
–Habla del «ruido excesivo». ¿Cómo ve este enfrentamiento entre administraciones por la gestión de la dana?
–Hay que ser pulcros a la hora de asignar calificativos o hablar de un enfrentamiento que parezca simétrico en cuanto a la generación de ruido. Desde el Gobierno estamos haciendo un esfuerzo total por gestionar y volver a la normalidad. Pero desde la Generalitat, en cambio, ha habido mucha desinformación con respecto a qué suponían las ayudas del Estado, si había que devolverlas, si tenían intereses, si eran directas o no, etc. Esto ha generado incertidumbre que ha hecho que la gente, además, se haya retraído a la hora de pedirlas.
–Ha subrayado que este ruido no es una situación de 50-50 sino que tiene un claro culpable. Pero la sensación de los valencianos es que echan de menos algo de autocrítica del Gobierno.
–Ante sensaciones creo que lo importante es explicarse. Hay dos tipos de reacciones ante estas catástrofes. Una es responder lo mejor que se pueda y hacerlo lo antes posible. Y en eso estamos. Y luego hay un elemento, la asignación de responsabilidades, a través de la vía judicial y de la opinión pública. Cada uno acabará teniendo su propia opinión.
–Es complicado que se pueda defender una gestión independientemente de las administraciones cuando hay 227 muertos.
–Pero precisamente por eso, porque la gente tiene que hacerse una propia valoración de lo que sucedió tanto antes como después. Vamos a tener tiempo, y ya se está en ello, de hacer todo un proceso de revisión de protocolos, de sistemas, de actuación...
–¿La situación de Mazón es insostenible?
–La propia ciudadanía está respondiendo a esa pregunta.
–Ha venido cinco veces a la Comunitat y ha visitado la zona cero. ¿No le sorprende que la entonces ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no haya visitado la Comunitat?
–La ministra, ahora vicepresidenta de la Comisión Europea, me consta que ha hecho un seguimiento directo de las actuaciones. Yo he estado con la actual ministra [Aagesen] aquí, en Valencia. La presencia del Gobierno ha sido continua. En este sentido, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, creo que es un activo fundamental del Gobierno en la Comunitat.
-Llevamos más de diez años con un modelo agotado. Se trata de una cuestión vital para la Comunitat a la que ningún Gobierno ha sabido dar respuesta todavía.
–Es una de las discusiones más complejas a nivel no solo político sino incluso económico. Uno de los pocos consensos que existen es el de la infrafinanciación de la Comunitat. Se entiende la preocupación y de ahí deriva también la voluntad del Gobierno de llegar a un acuerdo. En paralelo, también se están llevando a cabo actuaciones para la reducción de la carga de la deuda. El objetivo es dar un alivio, un poco de aire a las comunidades autónomas para que puedan responder a esos gastos que tienen en sus competencias.
–Pero es que incluso en esto resulta perjudicada. Es la segunda más endeudada en términos absolutos, la primera en relación con el PIB. Sin embargo, Andalucía, por ejemplo, sale mucho más beneficiada que la Comunitat.
–Si no recuerdo mal, y tendría que ver las cifras en términos per cápita, creo que Valencia era la primera, pero en cualquier caso hay que acudir a la motivación. Hay que diferenciar entra las casuísticas de la infrafinanciación. Por un lado, el elemento asociado a una pauta estructural de falta de fondos. Y luego la condonación que bebe precisamente del exceso de deuda que tuvieron que tomar las comunidades autónomas como consecuencia de la crisis financiera. Tenemos que seguir avanzando Esto es un primer paso. También esperamos una mayor autonomía financiera de las comunidades autónomas y el regreso de manera progresiva a los mercados.
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