Carlos Moliner: «La innovación nos da puntos para que Ford apueste por Valencia»

–Por segundo año consecutivo se han celebrado unas jornadas de innovación en Ford con una amplia asistencia, ¿tanto interés hay por la innovación?

–Es evidente que sí. El año pasado veníamos con dudas, pero hubo tan buena acogida que pensamos que una cita así podía funcionar bien de forma anual. Y se ha demostrado. Hay mucho interés por saber a dónde va la industria en un momento de cambios hacia el coche eléctrico y cuáles van a ser las necesidades al ser Ford un elemento tractor para muchos de los proveedores asentados en la Comunitat Valenciana. Además, el año pasado ya surgieron conversaciones que han terminado en proyectos desarrollados este 2023. Realmente genera nuevas oportunidades y hay que explotarlas al máximo.

–¿Cómo se trabaja en la planta valenciana para desarrollar estos proyectos?

–Pese a que de continuo la carga la llevamos un equipo de una docena de personas, de una forma u otra han trabajado 450 personas de la planta de Ford Almussafes en las diferentes tareas de innovación. Y eso sin contar que hay otras 40 empresas colaboradoras con decenas de empleados que también han sido fundamentales para que se hayan desarrollado 161 proyectos. Además, hay un contacto más que estrecho con la Generalitat, la Fundación para el Desarrollo y la Innovación de la Comunitat Valenciana (FDI), la Red de Institutos Tecnológicos Comunitat Valenciana y el ecosistema startup. De la misma forma, dentro de cada área productiva hay gente de contacto para cada una de las tecnologías, que se nutren de las necesidades de la línea. Esa es una de las claves, que trabajamos en base a las necesidades de la factoría.

¿Y de qué forman surgen esas ideas? ¿Llegan también recomendaciones de fuera?

–Las ideas nacen de cualquier lado a raíz de las necesidades de la planta, ya que eso es fundamental. Parten de ingenieros de procesos o los mismos operarios. También hay otra fuente que es el mismo equipo de innovación del que forma parte. Vemos lo que hay fuera al participar en congresos y otros eventos y nos quedamos con lo mejor. Así alimentamos las ideas. Y después está la curiosidad natural de la gente o cuestiones que surgen de reuniones con proveedores.

–¿Se diseñan muchas ideas?

-Hay muchas pruebas de concepto y prototipos pero estamos orgullosos de que el 80% de los pilotos llegan a buen puerto. Eso es un dato altísimo. Tomamos riesgos e incluso Dionisio Campos –director de la factoría– nos anima a ello, pero son muy medidos. Es algo inherente a nuestra industria.

–¿Cuándo surge este equipo de innovación y estas ideas?

–A partir de 2017 es el momento en el que se empiezan a hacer proyectos más serios de innovación, pero es en 2021 cuando se crea el equipo para no hacerlos de forma dispersa. Así, las áreas se hablan entre sí y se mejora la productividad. Es curioso que es en plena pandemia cuando se comienzan a desarrollar todo este campo de una forma más clara.

–¿Cuáles son los proyectos de los que está más orgulloso?

–Seguramente los que han ganado los premios Henry Ford, que valoran que desde Valencia hayan surgido ideas tan buenas que se exportan. Una persona en el equipo se puso a estudiar Inteligencia Artificial y creo un sistema que no existía para detectar fallos a través de una cámara que analiza las operaciones en tiempo real. Ese sistema ha gustado tanto en EE UU que han montado un equipo en Detroit para implementarlo de la mano de gente de Valencia. Otro llamativo ha innovado en pintura, en algo tan manual como detectar defectos y, en función de los mismos, hacer el pulido específico para solucionarlo.

–¿Tener un departamento así y crear estos proyectos es algo habitual en las plantas de la automoción en general y Ford en particular?

–Es un hecho diferencial de Almussafes. O por lo menos lo era. Ha tenido tanto impacto en las métricas de competitividad de la planta que se ha copiado en Europa y América.

–¿Y cómo se colabora con los proveedores?

–Trabajamos como un solo equipo. Cuando se monta un proyecto se trabaja de forma conjunta. Porque tal y como avanza la tecnología los socios tienen que estar cada vez más cerca. Sino no salen los proyectos.

–¿Cómo se afrontan los cambios en el mundo de la automoción desde el punto de vista de la innovación?

–Con mesura y ambición. Las nuevas generaciones de vehículos conectados generan millones de datos y abren muchas posibilidades. En este sentido tenemos trabajo para años.

–¿Qué papel juega la innovación en el proceso de electrificación de Ford que tanto se espera pero que se ha retrasado?

–Tenemos una zona de ensamblaje de baterías con la que ya estamos trabajando. Pero que tengamos un departamento así es un hecho diferencial para mostrar la capacidad que tiene Valencia. Cuando vienen de fuera se van maravillados y queriendo trabajar por nosotros. Es un elemento de futuro que puede marcar la diferencia. La innovación nos da puntos para que Ford apueste por Valencia.