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La regla de que un coche pierde valor una vez sale del concesionario ya no es tan cierta como lo era antes. La Comunitat Valenciana y España han visto como el problema de la falta de disponibilidad de vehículos nuevos se ha enquistado, lo ... que se ha traducido en que el mercado de ocasión se ha visto muy tensionado hasta el punto de que cada vez es más difícil hacerse con uno y los precios se han disparado.
Para un particular vender un coche se ha convertido hasta en un negocio rentable debido a que se ha desatado una subasta de precios entre las casas de segunda mano. Y es que, tal y como explican desde las propias empresas especializadas en vehículos de ocasión y de reventa, hay una guerra por ofrecer al vendedor la mejor oferta, aunque eso suponga una reducción de los márgenes para estas firmas.
Así lo explica Belén Chover, asesor comercial de Motor Selec, firma ubicada en Alzira. «Efectivamente ha incrementado el interés en el mercado de segunda mano pero al mismo tiempo hay menos oferta de vehículos de ocasión debido a que se están fabricando menos coches, por lo que el ritmo de entrada es menor», explica a LAS PROVINCIAS. En ese sentido, Chover destaca que los particulares ahora piden más por sus coches debido a que son «conscientes de la situación», lo que ha provocado ese fenómeno de subasta.
«Tengo un cliente que, por ejemplo, ha vendido un coche que compró hace cuatro años por el mismo precio al que lo adquirió pero con 80.000 kilómetros más», asegura la especialista, que añade que ha llegado a vender un coche de ocasión por 500 euros más de su precio en concesionario. «Hay gente que ha llegado a pagar más por un vehículo porque no estaba dispuesta a esperarse diez meses a que el concesionario le traiga uno nuevo», añade.
Tal y como explican desde las patronales Faconauto (concesionarios) y Ganvam (distribuidores oficiales e independientes), la falta de disponibilidad de vehículos seminuevos «continúa haciendo mella en el mercado». Esta falta de 'stock' corresponde a dos factores principalmente: a la caída de la producción de vehículos nuevos debido a la escasez de microchips (por lo que la entrada al mercado de seminuevos se ve afectada en consecuencia) y al mantenimiento de la demanda de vehículos, que lleva a numerosos particulares a optar por la segunda mano frente al largo periodo de espera que ofrece un concesionario para un coche nuevo.
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Por otro lado, según los datos del portal coches.net, en el último año los precios han aumentado un 13,2% hasta rozar de media un vehículo de segunda mano los 20.000 euros. Y esto ocurre en especial con los vehículos que tienen más tiempo, ya que aunque tienen un coste menor el incremento es más llamativo. Los coches de más de 15 años son un tercio más caros que hace un año y de media ya se paga por ellos 3.950 euros frente a los 2.900 de hace doce meses.
Pero más allá de la media, hay operaciones particulares en las que se pagan cantidades muy similares respecto a las que fueron invertidas en su día. Es el caso de un particular en Valencia que compró un Opel Corsa por 10.400 euros hace tres años, conservado en buenas condiciones, y que lo ha vendido por 10.000 euros hace escasos días para, posteriormente, comercializarse en un portal especializado por encima del precio que valió en su día, con varios kilómetros más a sus espaldas. Según cuenta este particular, llegó a recibir contraofertas por parte de distintas casas. Incluso hay veces en las que el coche se revaloriza.
Pero, por contra, comprarlo es un verdadero dolor de cabeza y las buenas opciones escasean ya que la oferta se ha hundido, lo que ha reducido las ventas. El mercado de ocasión ha caído un 11,8% en la Comunitat Valenciana desde septiembre de 2021, hasta situarse en las 16.922 unidades, según datos de las patronales Faconauto y Ganvam.
De esta forma, el segmento de usados acumula un descenso en la región del 4,1% en lo que va de año, con un total de 153.653 transferencias. Y, más en concreto, las operaciones con usados de menos de un año de antigüedad se desplomaron un 28,1% en septiembre y acumulan una bajada de casi el 11% este ejercicio.
Este problema lleva siendo una realidad desde hace unos meses, pero los datos confirman que comienza a enquistarse. Según el director de Comunicación de Faconauto, Raúl Morales, esta falta de oferta obliga a los concesionarios «a ir fuera» de sus fronteras «para buscar vehículos de segunda mano, por eso las importaciones ganan día tras día importancia».
Por lo pronto, no hay indicios de que esta crisis se vaya a solucionar en un corto plazo porque el mercado de primera mano sigue sin poder producir con normalidad y, por tanto, los coches de segundo uso seguirán siendo la única fuente a la que recurrir. Prueba de ello es la fábrica de referencia de la Comunitat Valenciana, Ford Almussafes, que esta misma semana ha comunicado que tendrá que tendrá que encadenar cuatro días de paro en la producción debido a la falta de microchips semiconductores.
Esto provoca que haya que esperar hasta medio año para poder comprar un coche, según cálculos de las propias empresas. Y si se quiere personalizar el color, añadir extras u otro tipo de cambios el tiempo se alarga. No obstante, las matriculaciones en la autonomía han empezado a crecer respecto al año anterior, lo que evidencia una leve mejora en términos microeconómicos. Aún así, el contexto general está muy lejos de poder considerarse normal y los especialistas dan por sentado que la situación se va a alargar unos meses más.
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