Dirigentes empresariales y políticos presentes en la jornada. D. Torres

Las comarcas apuestan por una vertebración empresarial real

La Diputación y CEV Valencia unen fuerzas para canalizar demandas y atender los proyectos de toda la provincia

Sábado, 9 de diciembre 2023, 14:23

Desde hace años en la sociedad valenciana se ha hablado de vertebrar. Ese concepto explotado en el mundo político que, pese a ser algo ambiguo, busca acercar a unas ciudades que muchas veces están a cientos de kilómetros de distancia y se sienten más cercanas a territorios de otras provincias o autonomías. Un debate abierto que cobra si cabe más importancia en el mundo empresarial, donde a nivel de la provincia de Valencia muchas veces se ha actuado de forma independiente. Algo que ha comenzado a cambiar al comprobarse el potencial de actuar de forma unida.

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Así se puso de manifiesto en la mesa redonda organizada por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y la Diputación de Valencia celebrada en LAS PROVINCIAS. En la misma participaron tanto representantes empresariales de las diferentes comarcas como dirigentes de primer nivel de la institución provincial. Actores fundamentales para que se puedan acercar las comarcas y así dar voz a los diferentes municipios al mismo tiempo que se alza para que queden claras determinadas reivindicaciones comunes que, de una forma u otra, terminan beneficiando a la sociedad.

Eva Blasco, presidenta CEV Valencia; Remedios Mazzolari, vicepresidenta 2ª de la Diputación de Valencia; Javier Cabedo, vicepresidente de CEV Valencia y presidente de la Confederación Empresarial Vall d'Albaida (COEVAL); Cristina Plumed, vicepresidenta de CEV Valencia y presidenta de la Asociación Empresarial del Camp de Morvedre (ASECAM), y Javier Sanchis, vicepresidente de la Asociación Empresarial de Alzira (AEA), fueron los encargados de analizar este reto de la vertebración y otros temas marcados en rojo en la agenda política y empresarial.

Lo primero que se hizo en esta jornada fue analizar la situación actual. Y se concluyó que se ha comenzado un camino que antes era difícil de imaginar y que ha llevado a consensos que permiten tener una sola voz y presionar más donde toca. Prueba de ello es la estructura de la misma CEV Valencia, que incorporó en puestos directivos a representantes empresariales de Ontinyent o Sagunto, que a nivel empresarial poco tienen que ver. Aunque menos a nivel de demandas entre una industria más clásica y otra más centrada en el textil. Blasco destacó que las últimas altas son en Utiel-Requena, aunque en esta comarca y en otras aún merece la pena trabajar.

Trabajar para canalizar unas demandas que todos los asistentes admitieron que son «muy diferentes». Por ejemplo, en Sagunto y en el Camp de Morvedre se preparan para una explosión empresarial en el mejor de los sentidos con la llegada de PowerCo, la filial de baterías de Volkswagen que levantará la gigafactoría y atraerá infinidad de proveedores. Para ello lo que necesitan es una mano de obra cualificada que ya echan en falta, como admitió Cristina Plumed.

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Por su parte, en otras poblaciones lo fundamental son las infraestructuras. La responsable de carreteras de la Diputación de Valencia admitió que en su caso buscan conectar especialmente a los municipios más alejados y que sufren muchas veces la despoblación en primera persona. «Hay que mejorar la red existente y trabajar en tratar de implantar nuevas carreteras», remarcó la vicepresidenta segunda, que recalcó que el plan de inversiones presentado hace pocos días va en este sentido. «Que haya trabajo en los pueblos nos ayuda a todos como valencianos. No solo luchar contra la despoblación sino también a mejorar la calidad de vida», incidió antes de añadir que existe la necesidad de generar nuevas vías de comunicación más allá de carreteras. En especial en las poblaciones con menos recursos, a las que la Diputación dedica más esfuerzos.

Una clara referencia a la fibra óptica, casi imprescindible para el éxito de un negocio en el siglo XXI. Desde ASECAM admiten que eso lo han visto en ocasiones como con la reconstrucción tras el incendio de Bejís con el que se volcaron por la cercanía de la comarca vecina del Alto Palancia. Una población que aseguraba que le gustaría quedarse en los pueblos, pero les faltaban medios. En esta línea, Javier Cabedo afirmó que ellos se vuelcan con actos en municipios como Salem, aunque admitió que las empresas de allí también les demandan más servicios.

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Pero más allá de estos proyectos generales están otros específicos como la ampliación de la CV-60 para unir el interior de la provincia con Gandia. En este sentido, tanto la CEV como la Diputación se erigen como canalizadores de las demandas específicas. Aunque el papel clave es recoger todas ellas y luego seleccionar las prioritarias y escoger aquellas que pueden ser beneficiosas para el conjunto de la provincia, de la autonomía o incluso España, como es el caso del puerto de Valencia o el corredor mediterráneo.

Así, se aboga por hacer 'lobby' en el mejor de los sentidos y no dejar que ese hueco sea ocupado una y otra vez por atrás autonomías como la catalana. «Ha habido individualismo y no hemos tenido un poder valenciano en Madrid, ni político ni hasta hace muy poco empresarial, pero eso ya ha comenzado a cambiar y pronto veremos resultados», remató Blasco.

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De la misma forma, los empresarios de todas las comarcas tienen otras demandas para las que consideran que es importante unirse, también con referentes de otros territorios. Una de ellas es la reducción de la burocracia que muchas veces lastra la actividad y que puede llegar a ser un impedimento para crecer. Los referentes comarcales admitieron que hay que formar al tejido productivo valenciano, integrado especialmente por pymes.

Todo con el objetivo de que se animen a superar la barrera de los 50 empleados, donde entra en juego mucho más papeleo. Por su parte, Blasco añadió otra demanda a la Administración, que su personal «tome conciencia» para poner en marcha medidas que a escala local y autonómica ya se están diseñando «y no actúen frenando procesos». De hecho, la representante de la Diputación de Valencia admitió que se están buscando fórmulas «tanto para simplificar como para suprimir trámites». En este sentido, Javier Sánchis quiso poner encima de la mesa otra demanda, que las administraciones públicas se adapten al ritmo del sector privado. «Muchas veces da la sensación de que nuestras demandas nunca son atendidas y cuando al fin se ejecutan, llegan tarde. Hay que tratar de adaptar los tiempos públicos a los privados», insistió.

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Transformación digital

De la misma forma se abordó el debate digital. «La inteligencia artificial da miedo a muchas empresas», se indicó antes de puntualizar que abrir este particular melón no tiene que significar adentrarse en grandes proyectos. «Digitalización es algo tan simple como sacarse la firma digital, que los excels sean más fáciles o utilizar la administración telemática», apostilló la presidenta de CEV Valencia. En este sentido, Javier Cabedo admitió que estos avances abren ventanas de oportunidad, pero retomando el tema de la burocracia pidió no ir hacia atrás. «Es necesario que se mejore la relación cercana con el ciudadano y que se pueda volver a llamar al funcionario para arreglar los papeles», incidió. Y para tratar de que, por lo menos a escala local, provincial y autonómica, se avance en este objetivo los empresarios tienen claro que hay que ir a una.

Adaptarse para poder encontrar todo tipo de personal

Como evidenció Javier Sanchis, en ciudades como Alzira también ha llegado el problema de la mano de obra. Un asunto que afecta tanto al personal poco cualificado como a especialistas y que obliga a las empresas a asumir «que ya no existen esas colas de personas en nuestras puertas», como se indicó en la mesa redonda.

Los representantes empresariales coincidieron que se ha terminado la época en la que un empleado entraba a una empresa con 25 años y se quedaba hasta que se jubilaba. Ahora hay incentivos vitales para cambiar no sólo de empresa sino de país y eso obliga a replantearse las estrategias.

Una de ellas es fomentar el teletrabajo, pero todos los presentes coincidieron en que hay que también concienciar. En especial a los trabajadores provenientes de una Formación Profesional (FP) cada vez más necesaria. «Tenemos que estar en los institutos para que nos tengan en cuenta, pero también en las redes sociales y en todo el mundo virtual», apuntó Cristina Plumed.

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