Conexus reclama intensificar las relaciones con Madrid y mejorar la conectividad

Reforzar las relaciones entre Valencia y Madrid, que es la primera región de origen y destino de las compras y ventas de las empresas valencianas. Es el próximo objetivo que se ha marcado la fundación Conexus, que cumple diez años y ayer presentó el informe 'La intensidad de las relaciones socioeconómicas entre la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana', elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Un estudio que constata que el eje Madrid-Comunitat «es vital y necesario para el desarrollo de España», según señaló el presidente del 'lobby', Manuel Broseta, que también destacó el carácter complementario de las dos autonomías.

De hecho, los inversores madrileños son los principales accionistas de las empresas valencianas al concentrar el 47% del capital procedente de otras autonomías, con un valor de 1.285 millones. Y lo mismo ocurre a la inversa, pues los empresarios valencianos son los principales accionistas en compañías madrileñas, concentrando el 30% del capital, es decir, 5.555 millones. No obstante, existe un déficit comercial en la Comunitat con Madrid, ya que compra 11.062 millones más de lo que Madrid le vende.

Otro dato: en el transporte de mercancías por carretera, que supone prácticamente la totalidad del transporte interior en España (el 94,7%), el corredor Madrid-Valencia figura entre los principales flujos interregionales. La nota destacada se da en el transporte por ferrocarril, tanto en términos de tráfico (toneladas-kilómetro) como en volumen (toneladas), pues esta ruta es la segunda en importancia en trayectos de medio y largo recorrido. Y mientras el ferrocarril sólo supone el 5% del total del transporte interior de mercancías, en el caso del corredor Madrid-Valencia, el 30% del tráfico de mercancías entre las dos regiones se realiza en tren, multiplicando por seis la cuota nacional. Un hecho marcado por la vinculación con el puerto de Valencia.

Por ello, la entidad ha planteado transformar el eje Madrid-Valencia en el primer corredor verde e innovador de Europa. «Ya constituye el corredor de intercambios económicos y sociales, globalmente, más importante de España y uno de los más nutridos de Europa», señaló Broseta. Ya en 2014, al hilo del auge del independentismo en Cataluña, Conexus ya instó a potenciar este eje por su «estabilidad».

La propuesta actual, que será presentada en las próximas semanas, implica aspectos como la ampliación y digitalización del puerto o un sistema de plataformas de almacenamiento e intercambio de mercancías en la A-3, que sea accesible y que esté «perfectamente» conectado. «Sería el primer proyecto territorial europeo íntegro de estas características, sujeto a actuaciones público-privada», añadió Broseta.

Potenciar este eje no implicaría dejar al margen al corredor mediterráneo. Según el exministro y asesor de Conexus, Jordi Sevilla, «es compatible defender la España no radial con fortalecer los accesos del corredor Madrid-Valencia». «Hay un eje atrasado y tiene sentido que se concrete para completar la malla de corredores españoles», añadió el director del IVIE, Francisco Pérez.

En ese contexto donde Sevilla también apeló a acabar con la 'madrileñofobia', en referencia a la denuncia de la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso y también al 'dumping fiscal'. A lo que los expertos que participaron en la presentación, tanto Pérez como Rafael Doménech (responsable de Análisis Económico del BBVA), defendieron la importancia de buscar un equilibro entre la coordinación y la competencia fiscal entre las autonomías.

«Homogeneización sí pero no uniformidad», señaló Doménech. Mientras, Pérez expuso que la bajada de tarifas de Madrid en algunos impuestos «puede haber tenido efectos» complicados de medir en la localización de las bases fiscales personales no empresariales. Y aprovechó para señalar que «falta visibilidad valenciana en Madrid».

El estudio elaborado por el IVIE, que constata las intensas relaciones entre las dos autonomías en aspectos económicos, financieros y demográficos, también pone el foco sobre la diferencia del tejido productivo entre ambas, lo que repercute en la calidad del empleo.

Así, mientras que Madrid aporta el 1,6% de los ocupados en Valencia, los valencianos sólo suponen el 0,6% del empleo en la capital española. Además, los valencianos que trabajan en Madrid se concentran principalmente en puestos cualificados (68,4% del total), mientras que los madrileños en la Comunitat se encuentran en una mayor proporción en ocupaciones de cualificación media o baja (los más cualificados suponen el 53,2%).