El Consell negocia para evitar que los AVE valencianos solo hagan parada en Chamartín

Esta misma mañana, Arcadi España, conseller de Infraestructuras, ha tenido una reunión telemática con los representantes de la entidad y aunque no se han producido avances significativos sí que se ha dejado clara la posición de la Generalitat. Rechazan de plano la propuesta planteada.

«No estamos de acuerdo con esa decisión que ha tomado Adif», ha destacado de forma contundente España. El dirigente autonómico reprocha que esta decisión, pese a que tiene su origen en un problema técnico como son las obras de ampliación, genera un grave perjuicio y golpea de forma especial a los trenes que parten de Valencia y Alicante, dos de las líneas con más tráfico de España.

La decisión de hacer escala en Chamartín y no en Atocha implica un incremento de los tiempos de viaje de unos 15 minutos en el mejor de los casos. Pero el problema más evidente es que esta estación no tiene una ubicación tan buena como Atocha, ubicada en el centro de la capital.

Esta situación se define como temporal pero la realidad es que las obras de acondicionamiento se dilatarán y se espera que Chamartín sea la parada principal para los AVE valencianos nada menos que seis o incluso siete años. Además, las pruebas para realizar este cambio ya han empezado y los planes de Adif son claros, que en pocos meses esta propuesta sea una realidad.

Y el debate coincide con un momento clave, la entrada en vigor de nuevos actores una vez se ha materializado la liberalización ferroviaria. Los trenes de Avlo, la marca de bajo coste de Renfe cuyos billetes se pueden adquirir desde siete euros, son una realidad desde hace unas semanas pero más actores preparan su estreno. Iryo, la marca comercial de ILSA, y Ouigo, la de SNC, comenzarán a operar en pocos meses y podrían ya solo hacer parada en Chamartín.

Con unos plazos tan cortos el Ejecutivo valenciano insiste en buscar una solución. «Somos conscientes de que hay razones técnicas de congestión con la llegada de otros operadores pero eso no significa que no pueda haber otras soluciones«, ha señalado España. Del mismo modo, ha trasladado a Adif que hay que tener en cuenta la situación social y económica de cada territorio.

El conseller de Infraestructuras es consciente de que queda trabajo por hacer y por ello se volverá a reunir con los responsables de la empresa pública el lunes. En su departamento saben que buscar una solución completa es difícil pero esperan que, al menos, determinados trayectos de los operadores sí que puedan hacer escala en Atocha.

Las próximas semanas serán clave para que pueda resolverse el conflicto y saber si, al menos, algunos trenes pueden parar en el centro de la capital y si habrá otros trayectos que partan de otros puntos de España que también deban recalar en la estación de Chamartín.

Por el momento, desde Adif y el Ministerio de Transportes se niegan a torcer el brazo y se escudan en que la ampliación fue anunciada hace tres años y que se comunicó los cambios. De hecho, la ministra Raquel Sánchez ha admitido esta misma semana que la alternativa "es difícil".