El director del IVIA, Rodolfo Canet, presenta su dimisión al conseller de Agricultura

El hasta ahora director del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), Rodolfo Canet, ha presentado su dimisión a través de una carta enviada al conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, quien ayer mismo no había tomado una decisión al respecto.

Tras recibir la carta de dimisión, el conseller Aguirre habló con el director dimisionario y le emplazó para una reunión entre ambos que tendrá lugar el próximo viernes, en la que se supone que se adoptará definitivamente una decisión.

Consultado el propio Canet por este periódico, sobre las razones de su dimisión, si se debe a cuestiones personales o a posibles desencuentros de corte político, no quiso concretar nada por el momento, argumentando motivos de respeto y discreción necesaria, así como su posición de funcionario de la conselleria, en el propio IVIA, donde es de imaginar que vuelva a ocupar su primitiva plaza, si se reafirma en su dimisión tras la reunión del viernes con el conseller.

De todas formas, aunque todo puede quedar unos días en suspenso, por las palabras de Canet todo parece indicar que será definitiva su salida de la dirección del IVIA, pues, pese a mantener una línea de respeto hacia la iniciativa del conseller de confiarlo todo a la referida reunión del viernes, el dimisionario dejó caer ayer que cuando alguien ocupa un puesto así sabe que llegará el día en que tendrá que acabar dicho cometido. Y de igual modo apuntó que «por la experiencia en este tipo de situaciones, sabemos que cuando hay una dimisión, difícilmente se vuelve atrás».

Rodolfo Canet fue nombrado director del IVIA el 25 de septiembre de 2020 por Mireia Mollà, consellera de Agricultura del Govern del Botànic y perteneciente a Compromís, tras haber cesado al anterior responsable del centro de Moncada, Enrique Moltó, que había sido nombrado por el anterior Consell del PP.

Tras tomar posesión el actual Gobierno Valenciano, con el PP y Vox en coalición, el director del IVIA no figuró entre los cambios de altos cargos que cabría producirse. La Conselleria de Agricultura quedó confiada a Vox, que nombró conseller a José Luis Aguirre, ingeniero agrónomo que se distinguió por sus intervenciones sobre materia agraria en su anterior etapa como diputado autonómico de dicho partido. A pesar de la previsible distancia ideológica y de planteamientos entre Vox y Compromís, el director del IVIA, nombrado por este último partido, quedó tácitamente confirmado en su puesto por los nuevos responsables del departamento.

Sin embargo las cosas no han rodado bien en los últimos tiempos. Las reiteradas protestas agrarias han elevado las exigencias en todos los planos; también en el de la investigación y desarrollo. Desde las bases del campo se echa en falta que el IVIA haya perdido posiciones en los últimos lustros respecto al gran prestigio y reconocimiento que alcanzó a nivel internacional, como instituto de indudable referencia mundial. Aunque las causas no sean achacables por entero a ningún estamento en concreto, se señala de continuo la ausencia de revulsivos que revitalicen la confianza en el centro como solucionador de problemas reales del sector. Y junto a ello se han producido situaciones anómalas que han paralizado la contratación y ejecución de programas de investigación. Deficiencias en servicios administrativos e informáticos de la Conselleria se han traducido hasta en retrasos en las nóminas del personal del IVIA. Todo ello ha venido configurando un ambiente de descontento que, junto a la mayor exigencia de resultados, ha trabado una situación que debe haber pesado en la dimisión de Rodolfo Canet.