Los economistas valencianos advierten que los pactos de Sánchez lastrarán las inversiones

El Colegio Oficial de Economistas de Valencia (COEV) ha preguntado a más de medio millar de expertos de la provincia su posición para poder hacer un buen balance. Como no podía ser de otra forma la medida que más recelo presenta es una que mezcla la política y la economía, la propuesta de que Cataluña tenga un sistema fiscal propio como el de País Vasco o Navarra.

Para el 72% de los economistas valencianos esta propuesta, a falta de ver cómo se materializa, es perjudicial para la igualdad y la solidaridad entre españoles y un 70% cree que afectará a la estabilidad del sistema tributario español, que tendrá más problemas para hacer frente a gastos en regiones con menos músculo. De la misma forma, se tiene claro que será negativa en términos de competencia fiscal al poder administrarse Cataluña el grueso de los impuestos. El presidente del COEV ha ido incluso un paso más allá al considerar que puede generar «un efecto contagio» entre otras autonomías.

El otro punto económico que crea recelo es la quita de la deuda. En este caso un 58% considera inadmisible que se condonen 15.000 millones de euros a Cataluña. Un porcentaje alto, pero más bajo debido a que sí que se ve con buenos ojos si la medida se aplica solo teniendo en cuenta los números rojos generados por la infrafinanciación que sufren regiones como la Comunitat Valenciana o Murcia.

De hecho, si se aplicase a la misma en estos términos ya se vería con buenos ojos por algo más de la mitad de los encuestados, aunque nunca si se abriese a la puerta a extenderla de una forma simplista. Porque en el COEV tienen claro que sentaría un mal precedente al premiar malos comportamientos.

Como no podría ser de otra forma, el tema de la amnistía ha sido otro de los que se ha puesto encima de la mesa al realizar este barómetro extraordinario. La medida no tiene un cariz económico, pero es mal vista entre los economistas por la imagen que genera ya que recuerdan que ha sido muy criticada por todo tipo de asociaciones de jueces y fiscales independientemente de su ideología.

En este sentido, el 70% de los encuestados muestran su preocupación por las consecuencias que pueda tener para la llegada de inversores, y de ellos un 60% se muestran altamente preocupados. En esencia, consideran que es un ingrediente nocivo para un cóctel que ya despertaba temor por medidas económicas como la condonación o el cupo catalán y que puede contribuir a socavar más la confianza en las instituciones y en el legislador.

Un punto que consideran que se tendría que evitar a toda costa por parte de España. Porque el contexto económico global muestra síntomas de ralentización que afectarán a la economía nacional y a la de la Comunitat Valenciana y en un momento de incertidumbre creen que sería mucho más beneficioso no abrir estas puertas y generar más ruido. Porque el mismo ahuyenta a las inversiones que tanto se buscan.