Más de 340 comercios cierran golpeados por los alquileres y la competencia online

«El cierre de comercios es una realidad. Los autónomos de esta actividad están sufriendo porque aparte de los problemas habituales del sector, como la competencia de plataformas digitales, están soportando el aumento de los arrendamientos. A esto se le suma el incremento de los gastos generales, las cargas fiscales, administrativas...», explica Alberto Ara, presidente de ATA Valencia.

El número de autónomos no sólo cayó en el comercio valenciano. Desde diciembre del pasado año hasta septiembre de 2024 también han descendido en agricultura, con 285 menos y en industria, con 453 menos. Por contra, en ese mismo periodo de tiempo, se dieron de alta como trabajadores por cuenta propia 941 personas en construcción, 432 en el sector del transporte, 952 en hostelería y 1.386 en información y comunicación.

Los alquileres comerciales han alcanzado la friolera de 3.000 euros de media en la Comunitat Valenciana, según datos recabados por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA). Esta organización señala que los arrendamientos suponen el 40% de los gastos fijos de un pequeño negocio. «Si no conseguimos frenar esta situación seguirán desapareciendo, sin control, miles de pequeñas actividades económicas», explican desde UPTA, que asegura que en los últimos cinco años han cerrado 5.700 comercios en la Comunitat.

La zona centro de Valencia da buena cuenta del encarecimiento del sector comercial, tal y como explica Mario Olivares, socio fundador de Olivares Consultores. Según explica, en las calles Colón, Jorge Juan, Don Juan de Austria, en la que las principales marcas se quieren situar si aterrizan en Valencia o trasladar si ya están en la ciudad, se registra un incremento de los alquileres del 15% y 20%. «Esta oferta es muy escasa, existe muy poco producto disponible y cuando aparece alguna oportunidad, dura muy poco tiempo en el mercado con importantes alzas en las rentas», señala.

Otra zona calificada como 'prime', según Olivares, son los enclaves más turísticos del centro, como la plaza del Ayuntamiento, tramo de la calle San Vicente, plaza de la Reina y plaza de la Virgen. «El auge del turismo en nuestra ciudad ha producido la aparición de negocios específicos para este público en las zonas que son más visitadas por ellos y la demanda de locales superó con mucho la oferta existente», señala el socio fundador de la consultora inmobiliaria.

Por su parte, el presidente de ATA destaca que los precios varían considerablemente dependiendo de la zona de Valencia donde estén ubicados. Tal y como recuerda Ara, los locales comerciales y las oficinas no están reguladas por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). «En lugar de ello, se aplica el incremento del IPC, lo que condiciona, sin ningún género de dudas, a estos trabajadores por cuenta propia», explica Ara, quien destaca que esta situación perjudica especialmente a los nuevos inquilinos. «Además, a esos 344 cierres de comercios en la Comunitat hay que sumar los empleados que tuviera cada uno. Podríamos estar hablando de casi 1.000 afectados», agrega.

Según UPTA, sólo en cinco años se han perdido casi 50.000 pequeños comercios en España, debido, según la organización, a que los trabajadores autónomos «no pueden hacer frente al inasumible gasto» que supone el alquiler de los locales. «Únicamente las grandes franquicias, que pactan los precios con grandes tenedores, son capaces de afrontar los gastos que suponen los alquileres comerciales. Este aspecto se suma a la modificación de los usos de estos espacios en viviendas, lo que está provocando la desaparición a gran velocidad de miles de pequeños comercios y actividades del sector servicios», señala Eduardo Abad, presidente de UPTA.