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ÁLVARO MOHORTE
Domingo, 17 de marzo 2019, 02:13
La cadena de supermercados de Juan Roig, Mercadona, ultima la apertura de sus primeras 10 tiendas en Portugal para el segundo semestre del año y la voluntad de desembarcar en el mercado italiano sigue presente. Sin embargo, el coloso de la distribución valenciano ha generado un efecto secundario en un buen número de empresas que se ha traducido en un importante impulso de la internacionalización entre sus principales proveedores de marca propia. Este salto supera con creces la implantación global de la compañía que les hizo fuertes en territorio español los últimos 20 años a cambio de proveerle en exclusiva.
¿Qué se puede hacer si tu principal cliente sólo te permite crecer en su mercado al ritmo de sus necesidades? Pues buscar nuevos horizontes: Francia, Alemania, Italia, Oriente Medio, Asia, Estados Unidos... los destinos cambian y las historias de éxito muestran alternativas muy variadas. Ahora, Mercadona ha cambiado su forma de relacionarse con los proveedores, que han pasado de ser 120 que les hacían toda la familia de productos propios a hacer competir a más de mil producto a producto. Sin embargo, los que han conseguido diversificar corren menos riesgos en caso de la pérdida como cliente de la empresa de la cesta, al tiempo que se dispone de un atractivo para encontrar socios que permitan seguir globalizando.
Uno de los saltos más llamativos es el de Incarlopsa, la proveedora cárnica de la familia Loriente, que en el mercado nacional es desde hace décadas proveedora exclusiva de Mercadona. Comercializa por los principales mercados de la Unión Europea, pero también en Corea del Sur, Japón, Hong Kong, Filipinas y, muy pronto, en China. A esto han sumado la adquisición este año del 67% de la sociedad Acornseekers, LLC, con sede en Texas (EE UU), una de las pocas autorizadas para hacer jamón serrano con cerdos ibéricos 100% puros de bellota en aquel país.
Otro caso es el de la familia Martinavarro, que siempre tuvo una gran visión internacional por la exportación de cítricos, pero que el desarrollo de las ensaladas a través de la marca Verdifresh le descubrió un territorio inesperadamente lucrativo que viene explotando más allá de las fronteras españolas desde 2015. A través del Grupo Alimentario Citrius, la empresa vende este productos ya en Portugal, Alemania, Austria y Dinamarca. Precisamente para cubrir la demanda del mercado centro europeo, en octubre compró la empresa alemana Thurländer y esta misma semana comunicaba la adquisición al grupo cooperativo francés Agrial de una planta en Hünenberg, cerca de Zurich (Suiza) y otra en Novara, cerca de Milán.
Una pieza histórica del entramado proveedor de Roig ha sido Importaco, de la familia Pons. En su caso, los horizontes se le han abierto en Reino Unido, donde ha servido frutos secos con las marcas propias de las cadenas Sainsbury's y Tesco; pero también en Turquía, Ucrania, Bielorrusia, Hungría y Chequia. Sin embargo, destaca el caso de Frusi, creada en Argentina en 2011 junto a Aceitera General Deheza, dedicada a la producción de almendra.
En otros casos, el coqueteo internacional ha terminado en matrimonio, como le pasó al Grupo Siro, que hace las galletas de la cadena de Roig, y había conseguido que un 10% de su producción de 320 millones fuera al extranjero y eso le ha permitido encajar con Ceralto a finales del año pasado, sumando entre las dos 600 millones de facturación y 17 centros de producción en España, Portugal, Italia, Reino Unido y México.
Sin embargo, no se queda el negocio en el comer. RNB, que surte de productos cosméticos, vivió desde casi sus inicios montada en la ola de Mercadona, pero hace tres años dio un paso decisivo al entrar en la cadena británica Tesco. A Reino Unido se ha sumado Francia con el grupo Casino y ya cuenta con envíos a Israel, Rusia o Italia.
También, más allá de los proveedores de productos, entre los de servicios destaca Logifruit, que se dedica desde hace 22 años a alquilar envases reutilizables y hoy factura 112 millones. Se trata de las cajas verdes de plástico que portan la fruta en la cadena, pero que no sólo se encuentran en los supermercados de Roig, sino que cuentan con cerca de cuatro decenas de clientes en otros nueve países.
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