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Elena Cariñena, en su negocio. LP
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«La faena ha caído un 60%»

Elena Cariñena, propietaria de un horno-cafetería, afirma que se sienten «abandonados» y critica la falta de explicaciones sobre cómo actuar

Isabel Domingo

Valencia

Lunes, 13 de abril 2020

«Hemos ido sobre la marcha, adaptándonos y aplicando la lógica porque nadie nos ha dicho cómo afrontar el día a día. Nos sentimos abandonados a pesar de que somos uno de los negocios que siguen abiertos», lamenta Elena Cariñena, propietaria del horno-cafetería Coipavi de Villar del Arzobispo. En este establecimiento dio sus primeros pasos en el sector y aquí llegó hace un año «tras dejar el horno más pequeño que teníamos».

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Situado en una de las calles más transitadas del municipio, estos días el volumen de trabajo se ha reducido mucho ya que sólo permanece abierto el horno. De hecho, la cafetera quedó confiscada con el estado de alarma por el Covid-19 y ahora quiere plantearle el Ayuntamiento la posibilidad de «ofrecer café para llevar y así recuperar ingresos».

«La faena ha caído un 60%. No hay negocios abiertos, tampoco mercado, que atraía mucha clientela, y la gente opta por llevarse el pan de los supermercados cuando hace la compra», comenta Elena. Eso ha provocado que hayan dejado de producir la mitad de las variedades de pan que ofrecían al no tener salida. «Se vende el normal, poco más», dice.

Siete empleados conforman la plantilla de este horno-cafetería de Villar del Arzobispo, dos de ellos tienen jornada reducida y otros dos están de vacaciones

En cambio han notado un aumento de la demanda de harina, al haberse agotado en otros sitios. «Hemos vendido toda la vida pero es ahora cuando la gente se ha dado cuenta», comenta sorprendida. Precisamente la pastelería es otro de los productos donde también ha caído la venta.

«Somos de una generación peleona y saldremos adelante pero todo se ve difícil», resalta Elena. En un primer momento se plantearon cerrar por vacaciones pero, por un lado, «queríamos seguir dando servicio porque somos el comercio de proximidad» y, por otro, «nos gusta reservar unos días para desconectar y en estas condiciones no era posible». De momento, han optado por cerrar por la tarde.

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