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Trabajadores en la planta de Ford en Almussafes. Damián Torres

El ERE de Ford reducirá la plantilla de Almussafes a mínimos históricos

La planta valenciana se quedará con poco más de 4.650 empleados tras una reestructuración con pocos precedentes

Sábado, 11 de marzo 2023

1.144 despidos. Esa es la propuesta de recorte de empleo enmarcada en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha propuesto Ford para aplicar en la planta valenciana de Almussafes. Un verdadero jarro de agua fría para toda la industria autonómica que ... llevará a que la factoría se quede con poco más de 4.650 empleados, el mínimo histórico.

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El mercado de la automoción es, por definición, inestable y todas las instalaciones de producción tienen etapas de crecimiento y hundimiento en función de los modelos que ensamblan y su éxito entre la población. Pero el contexto actual, donde cada vez se compran menos coches de combustión clásicos a la espera de la evolución de la normativa que impulsará a los eléctricos y sostenibles, parece un punto y aparte. Se van a cerrar muchas fábricas porque va a haber menos vehículos y las que tendrán la suerte de producir nuevos, modelos como la de Almussafes, por norma general tendrán una estructura menor.

Ante esta situación la factoría de Ford se adaptará con una menor carga de trabajo que no tiene precedentes en la historia de la planta. Tal y como reflejan los datos recopilados por el comité de empresa y extraídos del registro mercantil cuyos dos últimos años aún son provisionales, ha habido dos momentos en los que ha superado los 10.000 trabajadores. Uno fue en 1979, cuando las recién inauguradas instalaciones pudieron funcionar a pleno rendimiento y otro en 1990.

Desde entonces, la plantilla del que es uno de los pulmones industriales de la Comunitat Valenciana ha ido a menos, aunque en ocasiones fue porque ha ido subcontratando diferentes procesos de la producción de coches que terminaron en manos del gigantesco parque de proveedores que, junto a la firma del óvalo, hoy forman un centenario de empresas que emplean a 24.500 personas. Del mismo modo, se han producido diferentes procesos de modernización de maquinaria y digitalización que han permitido ensamblar más vehículos con una mano de obra mucho más reducida.

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Hasta hace poco el mínimo histórico estaba en el 2012, cuando se vivía una crisis económica con pocos precedentes que afectó de forma especial a España y la Comunitat. En los años anteriores la masa laboral de la multinacional había ido menguando de cara a una reestructuración de todo el negocio en Europa que, aunque implicó el cierre de plantas emblemáticas como la de Genk (Bélgica), terminó beneficiando a Valencia al traer tres modelos que se ensamblaban hasta el momento en ese país.

A partir de entonces se volvió a vivir una nueva era dorada para la automoción valenciana y se abrió un ciclo prometedor que se cierra con este ERE. En 2015, cuando España aún seguía sufriendo parte de las consecuencias de la crisis, se alcanzó un nuevo pico de 9.200 empleados que, conforme pasaron los años se fueron reduciendo de forma paulatina al mismo tiempo que los coches ensamblados en Almussafes fueron perdiendo popularidad en el mercado.

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El otro mínimo histórico data de 2012, en plena crisis económica que afectó de forma especial a España y la Comunitat

Y en mitad de esta reducción escalonada llegó de golpe la pandemia. La planta valenciana, al igual que muchas otras, se vio obligada a detener la producción y luego sufrió innumerables ERTE que se extienden hasta el momento. Primero por algo tan básico como que no se vendían coches en un contexto de incertidumbre máxima y de movilidad muy reducida. Después, por las consecuencias de la emergencia sanitaria, que rompieron históricas cadenas de suministros y provocaron el déficit de una pieza tan sencilla como fundamental, los microchips semiconductores necesarios para cualquier mecanismo electrónico.

Pero los ERTE que llegaron en 2020 no fueron suficiente y ese mismo año se aprobó un ERE que llevó a la salida de 350 personas, mientras que en 2021 tuvo lugar otro con un recorte de otras 630. La diferencia del actual respecto a estos dos últimos no solo es la mayor magnitud sino que parece muy complicado que se pueda llegar a un pacto con el comité de empresa en el que UGT cuenta con la mayoría de puestos. El acuerdo anterior fue posible gracias a que se evitaron los denominados despidos traumáticos y todos despidos se pudieron cubrir con prejubilaciones y bajas incentivadas. Una estrategia que ahora parece que será muchísimo más complicada.

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Centrados en el Kuga

El Kuga, ese es el modelo al que se aferrará la plantilla valenciana los próximos años. La que hasta ahora ha sido considerada la joya de la corona de la factoría se quedará como único activo una vez se materialice el cese del resto de modelos.

Hasta 2022 las instalaciones autonómicas producían cinco vehículos diferentes. Además del Kuga, estaba la furgoneta Transit Connect y el Mondeo, el Galaxy y el S-Max. Estos tres últimos modelos llegaron en 2012 tras el cierre de la planta belga de Genk y, aunque siempre han representado una parte pequeña de la producción, sustentaban miles de empleos. Pero conforme pasó el tiempo su ciclo vital se fue agotando y en marzo de 2022 salió de las líneas de producción el último Mondeo. Además, este abril seguirán este camino tanto el Galaxy como el S-Max.

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Por su parte, la furgoneta Transit Connect también tiene una fecha de cese de producción próxima, pero aún no concretada. Tal y como explican expertos especializados en el sector, su antigüedad lleva a que sus registros estén al límite del máximo de emisiones permitidas, por lo que su impacto en Europa es mínimo. El grueso de las furgonetas con sello valenciano van dirigidas al exterior y son exportadas y la demanda aún permite mantenerlas. La duda es cuántos meses más.

Esta situación dejará en el corto plazo a Almussafes sólo con el Kuga. El punto positivo es que este modelo está en plena forma y tiene versiones híbridas y enchufables que lo convierten en uno de los coches más demandados de esta especialidad en el mercado español y europeo.

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La confianza está depositada en este coche hasta que lleguen los nuevos vehículos eléctricos en 2026. Por el momento no hay ningún modelo confirmado, pero desde la dirección ya apuntan a que llegará un coche grande, que podría ser el Mustang , que vive una era dorada . Sin embargo, en Almussafes son ambiciosos y sueñan incluso con otro modelo que permita fabricar tres de forma simultánea. Algo para lo que la planta esta mas que preparada.

Puig evita pronunciarse

Ximo Puig, presidente de la Generalitat, volvió a evitar pronunciarse por segundo día consecutivo sobre los despidos de Ford. En una intervención ante el comité nacional del PSPV, se ciñó a revindicar que el futuro de la fábrica está asegurado. «Es importante la inversión de la gigafactoria o que Ford se mantenga y que el coche eléctrico se haga en la autonomía», manifestó.

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Por su parte, Compromís se enmendó tras la primera reacción tibia de la vicepresidenta Aitana Mas, que se limitó a respetar la decisión. El diputado en Les Corts Paco Garcia Latorre mostró el apoyo de la formación a los trabajadores de la factoría Ford de Almussafes, al tiempo que dijo que «la contraprestación a recibir numerosas ayudas públicas tiene que ser no hacer ERE como el que plantea la empresa» .

«Estamos hablando de un ERE que supondría prescindir de uno de cada cinco trabajadores, realizado por una empresa que en los últimos 16 años ha recibido 119 millones en ayudas públicas», destacaron.

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