Los estudios informativos del túnel pasante y de la doble plataforma ferroviaria entre Valencia y Castellón, considerados dos proyectos clave en el corredor mediterráneo –especialmente para solucionar los cuellos de botella en el entorno del cap i casal–, sufrirán un nuevo retraso, por lo menos, hasta finales de este año.
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El primero (túnel pasante) es necesario para liberar de tráfico el túnel de Serrería, que quedaría para mercancías; mientras que la doble plataforma permitirá contar con cuatro vías y, por tanto, adaptarse a la alta velocidad para enlazar con Barcelona, cuyo trayecto se reduciría hasta las dos horas.
Los dos informes, que tuvieron que licitarse de nuevo en 2017 tras haber caducado los anteriores y tener que adaptarse a la nueva normativa técnica y de evaluación ambiental, deberían haberse hecho públicos a comienzos de este año. De hecho, entre febrero y marzo finalizó el plazo de 24 meses que tenían las dos consultoras (Idom Consulting para el túnel pasante, Sener Ingeniería y Sistemas) para entregar los respectivos trabajos, según consta en la adjudicación de los contratos.
Sin embargo, no ha sido así. Fuentes del Ministerio de Transportes confirmaron el retraso y señalaron que se siguen redactando los estudios informativos. Según el departamento que dirige José Luis Ábalos, "los plazos inicialmente establecidos suelen sufrir variaciones debido a la complejidad de este tipo de estudios y la necesidad de coordinación con los diferentes actores. A esto, además, hay que añadir los problemas derivados de la actual situación de pandemia y los condicionantes inherentes a la misma".
Esta demora en la presentación de las propuestas supondrá un nuevo baile de fechas en el proceso de licitación de las obras, que, en su día, el exministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció para este 2020. En el horizonte, la petición de Ferrmed o del movimiento #QuieroCorredor de la asociación empresarial AVE para que en 2025 estén la doble plataforma y el corredor mediterráneo finalizados.
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El comisionado del Gobierno para el corredor mediterráneo, Josep Vicent Boira, mostró su preocupación por este retraso porque, a su juicio, "cuanto antes se conozcan los proyectos, mejor", ya que se trata de estudios "urgentes e imprescindibles". En este sentido, recordó que sin la reforma arterial de Valencia "el corredor mediterráneo tendrá problemas" y que es "el gran nodo" de este eje ferroviario que aún no tiene solución, como sí sucede en Barcelona o Murcia.
No obstante, Boira explicó que uno de los motivos es el ajuste a un nuevo escenario de un previsible aumento de pasajeros. Por dos motivos: por un lado, la liberalización ferroviaria del tráfico de pasajeros, que entrará en vigor el 14 de diciembre –y donde ILSA (filial de Air Nostrum) se ha convertido en el primer operador español privado de alta velocidad–; por otro, "las expectativas" generadas por el corredor.
"Esos estudios estaban caducados y hubo que volver a licitarlos. Ahora hay que afinar las previsiones de capacidad, por ejemplo, del túnel pasante y de la estación Central", comentó al tiempo que insistió en la necesidad de "empezar a ofrecer los resultados para hablar de alternativas viables". Además, apuntó obras, como la del canal de acceso a la ciudad de Valencia, que podrían activarse ya con la firma del convenio, que también se acordó actualizar en abril del año pasado.
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Dice el refranero ‘Una de cal y otra de arena’ y bien podría aplicarse al corredor mediterráneo. Mientras los estudios informativos del túnel pasante y de la doble plataforma siguen a la espera, se han producido otros dos avances.
Según avanzó el comisionado del corredor, Josep Vicent Boira, el tramo Castellón-Tarragona ya cuenta con el informe favorable del Consejo Asesor del Ministerio de Transporte, por lo que está listo para salir a licitación a falta de una última firma pues, en este caso, no es necesaria una evaluación ambiental.
Ya en agosto de 2019, cuando Adif autorizaba la licitación de las obras para el cambio de ancho de vía en el tramo Castellón-Vandellós (bloqueado desde 2014), Boira explicó que de forma paralela se iba a elaborar el estudio informativo del trazado y manifestó su deseo que las obras pudieran iniciarse en 2020.
Por otro lado, este fin de semana, según anunciaba el propio comisionado en sus redes sociales, el tren ‘carrilero’ entraba en el tramo Moixent-La Encina para recuperar la variante l’Alcúdia de Crespins-La Encina. Los trabajos se realizarán a lo largo de 21 kilómetros para trasladar el tráfico ferroviario y poder cambiar a ancho internacional el tramo Valencia-Alicante.
«Finalizada esta vía, se pondrá en servicio la variante en ancho ibérico, lo que permitirá cambiar el ancho entre el Nudo de La Encina y Xàtiva al ancho estándar y conectar así Valencia con Alicante», comentó. Será entonces cuando se haga efectivo el denominado –y reclamado– AVE regional.
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