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Cadena de montaje de la factoria Ford de Almussafes LP

Del Fiesta al Kuga: el camino de Ford Almussafes hasta su nuevo modelo

La planta valenciana conocerá los primeros detalles de su próximo vehículo este miércoles en la reunión que tendrá lugar en Colonia (Alemania)

Javier Gascó Pradas

Miércoles, 10 de abril 2024, 00:22

Han pasado cuarenta y ocho años desde que el primer modelo de un coche de la marca Ford naciese en las instalaciones que la multinacional decidió abrir en la localidad de Almussafes. Desde entonces, la planta valenciana fue la encargada de producir algunos de los modelos ... más icónicos de la compañía convirtiendo a la automoción en uno de los sectores punteros de la economía regional.

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Este miércoles, en Colonia (Alemania), se conocerán los detalles del próximo vehículo que llegará a la fábrica de Almussafes para mantener viva la producción hasta que la factoría pueda dar el paso hacia la electrificación, aunque el secretario general de UGT-Ford, Carlos Faubel, considera que «mucha concreción no habrá todavía».

Por el momento, lo único que se sabe del nuevo modelo es que será «un vehículo de pasajeros multi-energía completamente nuevo a nuestra gama de productos en Europa», tal y como explicó Ford España a través de un comunicado interno dirigido a los trabajadores un día después de la reunión que la cúpula internacional de la compañía tuvo con los miembros del comité de empresa en Dunton (Inglaterra). Allí se diseñó una hoja de ruta que garantiza la carga de trabajo para los empleados de una fábrica que en los últimos años ha reducido los niveles de producción hasta mínimos históricos.

Desde 2022, la planta ha pasado de producir cinco vehículos distintos a contar únicamente con dos modelos, el Kuga y la furgoneta Transit, a la que le queda una semana de vida en la planta valenciana. De tal modo, Almussafes se quedará con un único activo hasta que se produzca la llegada del nuevo coche, que «no será cuestión de pocos días», según explicaba Faubel tras participar en la reunión con el CEO mundial de la marca.

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Una de las principales incógnitas del nuevo vehículo que llegará a las instalaciones autonómicas es su tamaño. El Ford Bronco Sport es una de las opciones que han sonado con más fuerza incluso desde antes de que se supiera que la compañía iba a adjudicar un nuevo modelo a la factoría valenciana. Un coche que se encuentra a medio camino entre un SUV –como el Kuga– y un todoterreno, por lo que sus características se adaptarían de forma adecuada a la plataforma C2 en la que la planta valenciana elabora el Kuga desde finales de 2012, cuando el cierre de la fábrica de Ford en la localidad belga de Genk trasladó a Almussafes algunos modelos como el Mondeo, el S-Max o el Galaxy.

La producción de los dos últimos se mantuvo hasta abril de 2023, mientras que el Mondeo dejó de ver la luz en marzo de 2022. Un año marcado por el anuncio de despedida del Ford Fiesta, el modelo insignia de la planta valenciana, que llevaba produciéndose desde 1976. El gran rendimiento de este vehículo en el mercado colocó a Valencia en el mapa de la automoción a nivel europeo y propició que la fábrica funcionase a pleno rendimiento, superando los 10.000 trabajadores en el año 1979.

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Tras el Fiesta, Almussafes recibió otros dos vehículos durante la época de los 80: el Escort y su hermano de cuatro puertas, el Orion. Ambos fueron renovándose y manteniendo a la factoría autonómica con una carga de trabajo suficiente para competir con otras fábricas del Viejo Continente, como la alemana de Saarlouis.

La renovación del Ford Fiesta en 1996 forzó su salida de la fábrica valenciana, pero el nuevo modelo no tuvo el éxito esperado respecto a las ventas y su regreso a Almussafes se produjo junto a la llegada del vehículo de dimensiones más reducidas de la marca del óvalo, el Ford Ka, que se mantuvo hasta 2008 en la línea de producción autonómica.

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Dos años después de la llegada del Ford Ka, aterrizó en Almussafes uno de los modelos más míticos de la compañía americana para sustituir al Escort, que ya llevaba diecisiete años produciéndose en la planta española. La entrada del Focus supuso un arreón importante en cuanto a niveles de producción justo antes de que diese comienzo el nuevo siglo.

En esa época, la compañía estadounidense firmó una alianza con Mazda para que uno de sus modelos se produjese en la fábrica de la Ribera Baja. El modelo asiático (Mazda 2) coincidió con el regreso del Ford Fiesta y en apenas un par de años se alcanzaron niveles de producción de récord, con 449.101 vehículos en 2005.

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Comenzó entonces la época dorada para la fábrica autonómica, que en 2008 se despidió del Ford Ka y volvió a recibir al Fiesta en su nueva versión. Los mejores años de producción de la multinacional coincidieron con el boom de los monovolúmenes, justo antes de que la crisis económica azotase con fuerza a todo el territorio nacional. De hecho, la llegada del C-Max y el C-Max Grand a Almussafes fue prácticamente anecdótica, ya que estuvieron poco más de un año en la línea de producción de la factoría.

Tras el cierre de la fábrica de Genk y el traslado de tres modelos anteriormente producidos en Bélgica, la única planta española de Ford ya no recibió ningún modelo nuevo y simplemente mantuvo la producción de dos vehículos que ya llevan más de una década alimentando a la factoría de Almussafes.

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El futuro a corto plazo sigue siendo incierto, pero la adjudicación de un coche «intermedio» hasta la llegada definitiva de los eléctricos alivia la situación y da oxígeno a unos trabajadores que tienen marcado el 19 de abril como día señalado en el calendario, ya que es la fecha prevista para que finalice el ERTE que afecta a 500 trabajadores.

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