Las posibles «soluciones» para que Ford Almussafes aguante hasta que llegue el coche eléctrico

Desde la multinacional han comunicado al comité de empresa encabezado por UGT que los detalles de esta decisión se darán a conocer en abril tras una reunión con la cúpula americana. Pero en el sector han comenzado a hacer números y quinielas que, en general, pasan por fabricar modelos ya lanzados al mercado que están a mitad de su ciclo de ventas. Aunque nadie se atreve a descartar que la firma del óvalo apostase por ensamblar otras piezas de magnitud como motores o incluso tenga otro plan. Es menos probable, eso sí.

La planta valenciana fabrica en la actualidad dos modelos, el Kuga y la furgoneta Transit Connect. El problema es que esta última dejará de producirse en abril   –después de que el año pasado ya lo hiciesen otros dos modelos– y hay que buscar una alternativa para cientos de trabajadores de la planta que, pese a estar en mínimos, aún emplea a casi 5.000 personas. Por ello, una de las opciones que podrín ser viable es cambiar una furgoneta por otra, tal y como admiten fuentes vinculadas a la automoción.

¿Y cuáles podrían ser las candidatas? Pues una que suena en los corrillos es la Tourneo Courier, donde la calidad es un factor fundamental que juega a favor de la planta valenciana. La misma se fabrican en la planta de Rumanía, pero la clave es que esa misma factoría tiene que comenzar a producir otros modelos y versiones eléctricas.

La otra opción sería aprovechar parte de las líneas de producción del Kuga, la gran joya de la corona. O bien fabricando más –una vía que no parece viable ya que pese a tener un buen rendimiento tampoco es que sea un éxito sin precedentes– o bien con otro modelo similar. Y aquí es donde entra en juego el modelo Bronco Sport. Un vehículo que se puede considerar una mezcla entre SUV –como el Kuga– y todoterreno y que se ensambla en México. Según fuentes vinculadas a la factoría, esta propuesta se estaría barajando, aunque quedaría por ver si es viable.

La parte negativa es que, más allá de poder aprovechar parte de las líneas de producción valenciana, supondría también hacer algo la competencia al SUV de Almussafes. Las ofertas no son exactamente las mismas pero si pueden considerarse fronterizas una y otra y con otras apuestas como el Explorer que se va a fabricar en la planta alemana de Colonia. En el país también está la otra factoría de Saarlouis, a la que se impuso la valenciana para producir coches eléctricos en el futuro. Pese a que se espera su cierre en el medio plazo por el momento sigue ensamblando el Focus y podría transferirse la producción. Algo plausible en el papel pero de la que muchos actores en el sector dudan.

Por mucho que lleguen estas «soluciones» en el medio plazo antes de que se concrete la llegada de los eléctricos –cuyas inversiones deberán ser desveladas esta semana al optar a fondos públicos distribuidos por el Gobierno– que se producirán a finales de la década, se da por hecho que habrá que hacer ajustes.

Este inicio de año ya hay semanas en los que la producción no está siendo la esperada y desde el comité de empresa, que se habían negado a negociar cualquier tema hasta que se despejase el horizonte, ya se abren a pactar un nuevo ERTE que esta semana se podría empezar a evaluar. La esperanza de los trabajadores es que sea temporal como en otras ocasiones y no haya que recurrir a un gran ERE ya que se han encadenado demasiados en los últimos años.