Ford promete más carga de trabajo a Almussafes hasta que lleguen los coches eléctricos

Así lo ha trasladado la dirección europea de la firma a los representantes del comité de empresa que encabeza UGT. Como destacan desde el sindicato, se les ha trasladado que el problema actual «está en vías de solución» y será en abril cuando se concrete qué será exactamente lo que se fabricará o se hará en la planta valenciana para mantener una carga de trabajo. Justo el mes en el que se espera que se deje de producir la furgoneta Transit.

Este es uno de los dos modelos que se ensamblan en la actualidad en Almussafes junto al Kuga, que sí tiene el futuro asegurado gracias a su buen rendimiento en el mercado y sus versiones híbridas y enchufables. El problema es que, pese a que el Kuga lleva años siendo la joya de la planta, en 2023 las instalaciones tuvieron que despedirse de dos de los cuatro modelos que salían de las líneas de producción. Y en 2022 lo hizo de otro.

Una situación que ha obligado a aprobar diferentes Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) para ajustar la plantilla a las necesidades reales. Algo que, entre otras cosas, ha llevado a que la misma se haya reducido hasta su mínimo histórico y ya esté por debajo de los 5.000 empleados.

La cúpula de Ford espera que con este gesto el sindicato mayoritario reconsidere su postura para que se pueda volver a negociar con la dirección de la compañía diferentes acuerdos laborales como los ERTE que son muy necesarios en un sector que se mueve tanto entre incertidumbre. Desde UGT lo ven con buenos ojos siempre que haya buenas noticias en el horizonte.

Porque en la plantilla recuerdan demasiado como hace pocos años se accedió a contenciones salariales y a alargar unos minutos los turnos de trabajo para hacer más atractiva la planta valenciana de cara a la adjudicación de vehículos eléctricos, que serán los únicos que se podrán vender en Europa en pocos años. Y, aunque salió vencedora de este proceso frente a la factoría de Saarlouis, el retraso en las inversiones, la falta de noticias y los ERE han afectado a la moral de los trabajadores, que exigían tener clara la hoja de ruta.

Que más tarde o más temprano Ford fabricará en la Comunitat Valenciana coches eléctricos está claro, pero no ha querido ser de los primeros en probar suerte. Una decisión que le llevó a renunciar a fondos públicos del primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) del Ministerio de Industria.

Pero, pese al retraso, los planes siguen estando encima de la mesa y así lo confirma la multinacional. De hecho, se ha presentado a la segunda tanda del Perte y ya le han sido otorgadas ayudas para invertir 188 millones con el objetivo de montar baterías en Almussafes para los coches de nueva generación. Se espera que esta semana también se confirme el importe global para transformar las líneas de producción.

Un trabajo que, de acometerse en el corto plazo, podría mantener carga de trabajo pese a que la producción aún se iniciase en unos años. Pero, si no es así, esas «soluciones» de las que se ha hablado deberán pasar, por ejemplo, por fabricar nuevos modelos híbridos o motores. Y esta es la gran pregunta no sólo de la plantilla sino también de toda la industria auxiliar y los proveedores que representan casi 30.000 puestos de trabajo.