Ford dispara sus pérdidas a los 61 millones en plena transformación de Almussafes

Así se constata en las cuentas de la compañía aprobadas el pasado 27 de junio y presentadas ante el Registro Mercantil. Las mismas dan la imagen de un ejercicio en el que se dio luz verde a diferentes Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ante la falta de componentes como los microchips que impidieron un funcionamiento normal. Por ello, aunque las ventas, que repuntaron desde los 5.554 millones de 2021 a 7.522, siguieron por debajo de los niveles prepandemia en un contexto inflacionista que, por norma general, ha hecho aumentar la cifra de negocios de las empresas.

Tal y como figura en el informe de gestión, el incremento tiene detrás la mejora de la planta ya que se produjeron 245.560 vehículos, un 46% más. Tres de cada cinco fueron del modelo Kuga y 73.287 de la furgoneta Transsit. El resto corresponden a S-Max, Galaxy y Modeo, modelos que han finalizado su ciclo de vida en los últimos meses y que han motivado, junto a las pérdidas, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con más de un millar de salidas que se están materializando durante estos meses. Cuando finalice llevarán a la plantilla a mínimos históricos hasta menos de 5.000 personas. Por su parte, la producción de motores repuntó un 26% hasta los 356.435 y, al igual que los coches, casi la totalidad se dedicaron a la exportación.

El problema radica en que las ventas, que también dependen de la firma, no aumentaron, sino que disminuyeron. «El volumen del mercado de turismos y todoterrenos alcanzó la cifra total de 833.093 unidades, lo que representa una disminución del 6,8 % con respecto al año anterior», destaca la misma compañía, que incluye en este segmento tanto transacciones de vehículos producidos en la única planta española como en otras extranjeras que se exportan.

De forma paralela, las cuentas también revelan como se incrementaron algunos costes de diferentes partidas. En especial las materias primas, que pasaron de representar 3.000 millones en 2021 a 5.000 en pleno contexto inflacionista y de repunte de producción. Por su parte, los aprovisionamientos también escalaron frente a una caída de los gastos de personal una vez se materializaron las salidas del anterior ERE.

Desde la empresa también se apunta a que parte de las pérdidas tienen su origen en partidas financieras extraordinarias del grupo. En concreto, Ford España ha pasado de poseer la totalidad de las acciones de Ford México Holdings LLC, a una parte mínima. Y ese movimiento ha tenido un impacto directo en su cuenta de resultados.

2023 no ha representado, por el momento, una mejora de los resultados debido a la salida de la planta de modelos y los sindicatos estiman que la producción a mitad de año es algo menor a la registrada en el mismo período de 2022. Pese a ello, la plantilla se aferra a que está garantizado el futuro de la factoría, aunque no esté claro cuando se comenzarán a fabricar los eléctricos y finalice así una travesía por el desierto o valle de producción que se considera el inicio al proceso de transformación hacia la electrificación. Un cambio total que, por norma general, implica menos mano de obra.

Pese a ello, el sector espera que la pérdida de tamaño se pueda compensar con la llegada de Volkswagen a Sagunto y sueñan con que los rumores de Tesla puedan llegar a ser una realidad en algún momento.