Ford plantea un ERTE de nueve días en la planta de motores de Almussafes

Las aguas siguen revueltas en la factoría Ford de Almussafes. Si la semana pasada la empresa anunciaba un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para la planta de fabricación de vehículos durante los meses de febrero y marzo para ajustar la producción, ahora el horizonte de un reajuste similar sobrevuela la planta de motores.

Así se desprende de la reunión celebrada ayer entre la dirección y los sindicatos, donde la multinacional puso sobre la mesa un ERTE de nueve días debido a la negativa de los representantes de los trabajadores a aceptar la prórroga de los sábados de trabajo obligatorio acordados para compensar el parón de seis días previsto del 25 de marzo al 1 de abril mientras se adecuan las líneas a la producción del nuevo motor GDI en Almussafes.

La propuesta pasaría por extender los seis previstos a nueve, ya que son esas jornadas en las que la multinacional esgrime que es necesario parar totalmente la actividad en la planta de Motores ante los «problemas de suministro» del microchip procedente de China –que, por otro lado, afecta a casi todas las grandes marcas automóvil– y ante la bajada de la demanda provocada por la pandemia de Covid.

Según explicaron fuentes sindicales, la devolución de esos nueve días (en sábado) se extendería hasta el 31 de marzo de 2022 en vez de hasta abril como estaba previsto y se pactó con el sindicato UGT. Ante la negativa de todos los sindicatos a esa prórroga, la empresa llevaría a la reunión prevista para hoy la propuesta de un ERTE de nueve días para motores.

El presidente del comité de empresa, Carlos Faubel, y portavoz de UGT, el sindicato mayoritario que sí había suscrito el acuerdo inicial, explicó que los argumentos «han cambiado radicalmente» por lo que el pacto «queda sin efecto». En su opinión, «el planteamiento de la empresa viene a ser igual que aplicar la reforma laboral» y «si decide llevarlo a cabo de forma unilateral no permitiremos la realización de ningún sábado», advirtió. «No vamos a darle un cheque en blanco», manifestó.

De hecho, ante el cambio planteado por la compañía, UGT reclama que el pasado sábado 9 de enero se remunere como 'horas extraordinarias', «puesto que para UGT el acuerdo ha expirado».

Por su parte, el portavoz de STM, Paco González, trasladó a la empresa que si el sindicato ya estaba en contra de cualquier imposición u obligatoriedad de trabajar en sábados, y ya se opusieron los seis sábados obligatorios, «más rotundo aún es nuestro no a nueve sábados obligados por turno». En este sentido, STM insistió en que «la producción en sábados jamás debe ser impuesta» y en que siempre ha de ser «voluntaria». También CC OO y CGT rechazaron la propuesta.