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La reunión celebrada este lunes entre la Generalitat y Adif para evitar que los AVE valencianos solo hagan parada en Chamartín ha concluido sin llegar a un acuerdo, aunque con el compromiso del Gobierno de buscar alternativas para que algunos trenes lleguen a Atocha, por lo que han acordado volver a reunirse esta semana.
En concreto, el conseller de Obras Públicas, Arcadi España, acudió a Madrid junto a la secretaria autonómica de Obras Públicas, Transportes y Movilidad Sostenible, Maria Pérez, para reunirse con la secretaria general de Transportes y Movilidad, Maria José Rallo. La representante del Gobierno insistió en la saturación que sufre la céntrica estación madrileña y señaló los problemas técnicos que suponen las obras de acondicionamiento.
Según indican desde la conselleria, el Gobierno estudiará si pueden parar algunos de los trenes que salen de la Comunitat Valenciana, pero añaden que con la liberalización de la alta velocidad se podría dar lugar a una competencia desleal si sólo se permite la parada en Atocha a algunos de los trenes en detrimento de otros, por lo que la solución no se antoja nada fácil.
Cabe recordar que el pasado viernes el conseller España se reunió con Adif tras su anuncio de desviar la escala a Chamartín para los trenes procedentes de Valencia y Alicante. «No estamos de acuerdo con la decisión», reiteró e insistió en adoptar «soluciones técnicas acompañadas también por la situación social y económica de cada territorio».
La decisión de hacer escala en Chamartín y no en Atocha implica un incremento de los tiempos de viaje de unos 15 minutos en el mejor de los casos. Pero el problema más evidente es que esta estación no tiene una ubicación tan buena como Atocha, ubicada en el centro de la capital.
Esta situación se define como temporal pero la realidad es que las obras de acondicionamiento se dilatarán y se espera que Chamartín sea la parada principal para los AVE valencianos nada menos que seis o incluso siete años. Además, las pruebas para realizar este cambio ya han empezado y los planes de Adif son claros, que en pocos meses esta propuesta sea una realidad.
Y el debate coincide con un momento clave, la entrada en vigor de nuevos actores una vez se ha materializado la liberalización ferroviaria. Los trenes de Avlo, la marca de bajo coste de Renfe cuyos billetes se pueden adquirir desde siete euros, son una realidad desde hace unas semanas pero más actores preparan su estreno. Iryo, la marca comercial de ILSA, y Ouigo, la de SNC, comenzarán a operar en pocos meses y podrían ya solo hacer parada en Chamartín.
España admitió que ante «la decisión de esperar seis o siete años para tener las dos paradas en Madrid», también «es posible mantener algunas líneas de algunos operadores en Atocha» mientras terminan las obras en Madrid. El conseller destacó que la de Alicante «es una línea muy utilizada».
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