El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha abierto un proceso de análisis para evaluar el impacto de una rebaja en la edad de jubilación en ocupaciones mayoritariamente feminizadas. La propuesta responde a la necesidad de garantizar una retirada laboral digna a trabajadoras que, debido a las exigencias de sus empleos, pueden ver afectada su salud y bienestar antes de alcanzar la edad ordinaria de jubilación.
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Fuentes gubernamentales citadas por Europa Press han señalado que este estudio se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por adaptar el sistema de pensiones a la realidad del mercado laboral y a las diferencias de género que aún persisten en él.
Concretamente, Aina Calvo defiende que desde la perspectiva de la Seguridad Social, «vamos a tener que seguir hablando, por ejemplo, de abordar la incorporación al sistema de jubilaciones anticipadas y, además, incorporar coeficientes reductores de aquellos trabajos feminizados que suponen un riesgo para la salud física. Yo vengo de un territorio donde tenemos un ejemplo muy claro, son nuestras Kellys, donde ese trabajo intensivo en el ámbito turístico es muy paradigmático y son una de las caras visibles de ese trabajo que queda por hacer».
Además, la iniciativa también contempla la posibilidad de establecer coeficientes reductores que permitan anticipar la jubilación sin penalización en determinados sectores.
Las profesiones que podrían beneficiarse de esta medida se caracterizan por una elevada exigencia física y emocional. Por ejemplo, el sector de los cuidados, donde predominan las mujeres, exige un esfuerzo constante en el acompañamiento de personas mayores o dependientes. La limpieza y el comercio también implican jornadas prolongadas en posiciones ergonómicamente exigentes, lo que puede derivar en problemas de salud a largo plazo.
Diversos estudios han evidenciado que las trabajadoras de estos sectores presentan tasas más elevadas de enfermedades musculoesqueléticas, estrés y agotamiento laboral en comparación con otros ámbitos profesionales. De ahí que el Ejecutivo considere que una reducción en la edad de jubilación podría ser una solución justa para compensar estos factores.
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En este contexto, la propuesta se inspira en modelos implementados en otros países europeos donde ya se han establecido criterios específicos para la jubilación anticipada en profesiones con mayor desgaste físico. En este sentido, el Gobierno español prevé analizar el impacto financiero y social de la medida antes de concretar cualquier cambio normativo.
Por el momento, el Ministerio de Seguridad Social continuará con las consultas y estudios pertinentes antes de llevar la propuesta a un marco de negociación con los agentes sociales. No obstante, el debate ya ha generado expectación entre sindicatos y colectivos laborales, que ven en esta iniciativa un posible avance en la mejora de las condiciones de trabajo y en la reducción de la brecha de género en el sistema de pensiones.
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