![Víctor Bañares, Simone Gorini y Carlos Bertomeu, en la presentación de iryo.](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202111/18/media/cortadas/1442697538-khEB-RrrLxBHt2y5DLwgzEoxk2EK-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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El tablero de la liberalización ferroviaria ya está al completo y a lo largo de 2022 serán cuatro las marcas –y tres las empresas– que ofrecerán servicios de alta velocidad en España. A un lado, Renfe con AVE y su 'low cost' Avlo; a otro, la francesa SNCF con Ouigo, que opera desde mayo pero sólo para la línea Madrid-Barcelona; y, entre ambas, ILSA (Intermodalidad de Levante, S.A.), el consorcio ferroviario integrado por la valenciana Air Nostrum y por Trenitalia, que este jueves ha desvelado la marca comercial con la que operará a partir de la segunda mitad del próximo año.
El nombre elegido es iryo, con el que ofrecerá el 30% de las frecuencias de alta velocidad de España, conectando en una primera fase a Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Córdoba, Valencia, Alicante y Zaragoza. En el caso de la Comunitat, y según el acuerdo marco firmado con Adif en mayo del año pasado, el primer operador privado español de alta velocidad ofrecerá ocho frecuencias diarias a Valencia y entre tres y cuatro a Alicante.
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Lo hará, además, con la única flota de trenes totalmente nuevos del mercado: 20 unidades del ETR 1000 –el Frecciarossa italiano– fabricados entre Pistoia (Italia) y Vizcaya (España) por Hitachi Rail en colaboración con Bombardier Transportation (ahora grupo Alstom). Los trenes son los únicos en el mundo que cuentan con la Declaración Ambiental de Producto [EDP] son los más sostenibles, rápidos y silenciosos de Europa, fabricados con un 95% de materiales reciclables y que permiten ahorrar un 80% de dióxido de carbono por persona y trayecto.
El primero de ellos, que también se ha presentado en la estación de Atocha en Madrid –y del que resalta su color «rojo pasión»–, llegó a España el pasado septiembre para iniciar su proceso de homologación a la red ferroviaria española. Se trata de un modelo interoperable en distintos países europeos, mide 200 metros de largo, tiene capacidad para hasta 467 pasajeros y puede alcanzar velocidades comerciales de hasta 360 kilómetros por hora.
La inversión inicial de ILSA asciende a 1.000 millones en esa flota (797 millones) y en el inicio de su actividad. Una vez en operación, iryo generará alrededor de 2.600 empleos directos e indirectos y prevé atraer a 50 millones de pasajeros en 10 años (actualmente hay 40 millones anuales en alta velocidad), «fijando un nuevo estándar de qué significa viajar en alta velocidad en España y realizando una apuesta decidida por la multimodalidad».
En su intervención en el acto de lanzamiento de su nueva marca, el presidente de ILSA, Carlos Bertomeu, ha señalado la complejidad de los sectores aéreo y ferroviario. «Todo lo complejo hay que trabajárselo durante muchos años, quizá por eso, en la casa nos hemos acostumbrado a ser corredores de fondo», ha señalado. Además, ha recordado que es marca de la casa hacer una aproximación creativa en todos los sectores en los que está presente.
ILSA presentó sus credenciales para la alta velocidad en el corazón de la España radial que destacó en su discurso su actual CEO, Simone Gorini, quien también quiso poner en valor que el tren es el medio de transporte «que mejor se adapta a la sostenibilidad». Un término que se repitió en varias ocasiones a lo largo del evento y que constituye, según su director general Víctor Bañares, uno de los pilares de iryo junto a la tecnología (se han destinado diez millones a la plataforma) y la personalización, ya que se quiere situar al cliente en el centro.
El acto, desarrollado bajo el lema 'La nueva velocidad', contó con la presencia de los exministros de Fomento Ana Pastor, Íñigo de la Serna y José Luis Ábalos, a los que hizo mención Bertomeu en su discurso. La actual titular de Transportes, Raquel Sánchez, no pudo asistir, aunque sí lo han hecho por parte del ministerio Isabel Pardo de Vera, secretaria de Estado de Transportes, y María Luisa Domínguez, presidenta de Adif.
Ésta detalló en su intervención que el primer tren de ILSA ya ha hecho pruebas a 200 km/h en las líneas de alta velocidad Madrid-Barcelona y Madrid-Sevilla y pronto comenzarán las pruebas a 300 km/h. Mientras, Pardo de Vera recordó que España «ha hecho los deberes» en materia de liberalización ferroviaria e instó a otros países y a la Comisión Europea «a que hagan lo propio». Precisamente este jueves por la mañana la secretaria de Estado denunciaba que se va a llevar a Bruselas la «resistencia» de Francia a la entrada de Renfe en ese país.
«Nuestra fórmula está basada en varios pilares: altísima calidad operativa, cumplimiento escrupuloso de la regulación vigente, tecnología y equipos de última generación, y una cultura de servicio diferencial, en la que hemos invertido mucho tiempo y dinero. Este conjunto de atributos creo que será la principal ventaja competitiva de ILSA», ha dicho.
«Estamos lanzando un proyecto de diez años hecho con mucho cariño. Espero que cada uno de los clientes lo perciban con tanta certeza como nosotros cuando lo empezamos», ha concluido un emocionado Bertomeu en un acto que tuvo como lema 'La nueva velocidad'.
Trenitalia, el operador público ferroviario de Italia, ha solicitado al Banco Europeo de Inversiones (BEI) una financiación de 550 millones para la compra de 34 trenes de alta velocidad, de los que 20 de ellos se destinarán a cubrir las operaciones de ILSA, el nuevo operador privado que competirá con Renfe y Ouigo en la red ferroviaria española y que está participada al 45% por Trenitalia y al 55% por Air Nostrum. Los otros 14 vehículos se destinarán a la región de Campania.
Según informa la institución europea en su portal, se trata de un proyecto valorado en 1.238 millones, de los que la compañía italiana estaría pidiendo financiación por 550 millones, justificando su contribución a una mayor sostenibilidad del transporte y a la mejora de la cohesión territorial.
«El proyecto apoya la liberalización de los servicios ferroviarios de pasajeros y la expansión de los mercados ferroviarios de alta velocidad en España e Italia, promoviendo así el cambio modal de la carretera y los aviones al ferrocarril y el transporte sostenible en línea con los objetivos de la UE», sostiene el BEI.
Además, de forma paralela y según fuentes del ámbito económico, ILSA estaría inmersa en la búsqueda de un socio con el que reforzar su capacidad financiera, una operación que podría cerrarse antes de acabar el año. La intención del consorcio, que tiene sede social en Valencia, es encontrar un socio financiero que permita acometer las inversiones previstas para el inicio de sus operaciones.
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