Las consecuencias de las devastadoras riadas del 29 de octubre en Valencia siguen aflorando conforme avanzan las semanas. Aunque hablar de cifras y plazos ... de reapertura todavía se antoja precipitado tanto para pequeños comercios y grandes superficies afectadas, lo cierto es que aquellas que no se han visto golpeadas por la DANA también temen el impacto económico de cara a la campaña más importante del año para el sector, la de Navidad.
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El portavoz de la Asociación Nacional de Grandes Empresas Distribuidoras Comunidad Valenciana (ANGED), Joaquín Cerveró, destaca que la incertidumbre es máxima. «Va a ser una campaña de Navidad complicada, empieza la semana que viene, con el 'Black Friday'. Ahí es donde nos la jugamos todos. Y aunque el ambiente es de recuperación lenta y progresiva, el ambiente raro y no sabemos muy bien qué va a pasar», explica Cerveró a LAS PROVINCIAS.
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En la campaña de Navidad, la distribución en general factura entre un 35% y un 40% del volumen anual de ventas. Este periodo arranca a finales de noviembre y se extiende hasta las rebajas posteriores a Reyes, aunque estas han perdido fuerza en los últimos años por la liberalización que permite a los comercios establecer grandes descuentos en cualquier momento del año. «Pero en algunas categorías como alimentación y juguete el porcentaje de facturación es aún mayor», agrega.
No obstante, Cerveró trata de arrojar algo de optimismo. «Poco a poco parece que la cosa se empieza a mover de manera lenta y progresiva, pero nos jugamos mucho y la incertidumbre es muy elevada. Ya vivíamos con la incertidumbre instalada tras el Covid, pero ahora mucho mayor», indica el portavoz de superficies como Alcampo, Carrefour, Ikea y Corte Inglés.
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En cuanto a las previsiones de contratación por la campaña de Black Friday, Cerveró asegura que «se mantienen» en las zonas no afectadas, pero admite que el golpe a los bolsillos de los valencianos afectados por la DANA se puede trasladar al sector. «Creemos que caerán las ventas de artículos que no son primera necesidad, pero que aumentarán otros que sí lo son, como como electrodomésticos y tecnología», señala.
Pese al cierre de las grandes superficies como MN4 y Bonaire, la competencia no ha detectado un trasvase de consumidores significativo hasta ahora, algo lógico por la situación que atraviesan miles de valencianos, donde la supervivencia se ha convertido en la prioridad. «El trasvase no compensa absolutamente para nada la caída de afluencia en esas zonas afectadas, por no hablar de los problemas de acceso a Valencia ciudad. Es lógico que cuando se restablezcan bien comunicaciones y conexiones, los centros que permanezcan abiertos tengan mayor afluencia, pero como también hay gente tocada económicamente, así que no sabemos qué pasará con esta campaña», incide.
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