Juan Roig, sobre la gestión de la dana: «Un millón de españoles nos sentimos desamparados»

Una rueda de prensa que precisamente ha comenzado con el recuerdo a los 224 fallecidos por la dana, los tres desaparecidos, sus familias y los cuatro empresarios fallecidos (Miguel Burdeos, Antonio Noblejas, Vicente Tarancón y José Luis Marín), pues «eran amigos míos», ha comentado un Roig que no ha podido contener la emoción al recordar la «descomunal» tragedia «natural» que tuvo efectos «devastadores» y numerosos «daños materiales y morales, que son peores».

«Como sociedad pagamos nuestros impuestos, y lo hacemos con mucho orgullo, para los servicios que necesitamos, pero no vimos ni agilidad en la respuesta ni coordinación. Ha fallado la gestión de las distintas administraciones públicas. Era muy difícil la reacción pero para eso pagamos impuestos. Nos hemos sentido desamparados», ha criticado.

Asimismo, ha lamentado que no exista «un plan conjunto de futuro porque sólo se pelean entre las distintas administraciones», ha añadido Roig tras ser preguntado por la gestión de la dana al tiempo que ha afirmado que «si mañana viniera una dana (antes lo llamábamos gota fría), tendríamos otra vez los mismos efectos devastadores». En este sentido, sobre una posible dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, el empresario valenciano ha evitado pronunciarse: «No me meto ahí».

Asimismo, ha reconocido que está preocupado por la crisis reputacional de la Comunitat y de España porque «la respuesta no ha sido ágil». A su juicio, «el día 30 se podrían haber hecho muchas cosas».

Junto a esta reflexiones sobre la dana, el presidente de Mercadona también ha resaltado las aportaciones que tanto la compañía como Juan Roig y Hortensia Herrero a título personal –además de otros miembros de la familia Roig– han realizado para ayudar a reactivar el tejido económico y social de los municipios afectados.

El ejemplo, el programa Alcem-se, con 108 millones en ayudas que tenían que ser «directas y finalistas». Una idea que surgió tras ver cómo el mismo 31 de octubre, en Picanya, un peluquero volvía a la actividad con una silla en la calle. «Volvía a ser empresario. Esa imagen me sirvió para decidir que teníamos que hacer algo», ha explicado Roig emocionado.

Se ha llegado a 4.600 empresarios «que tenían pequeños comercios, incluso competidores nuestros con carnicerías o pan. Pero estamos orgullosos de hacerlo. Una cosa es ser competidor y otra, enemigo». El 85% de ellos ya han abierto e incluso «cinco personas han venido a devolver el dinero porque no van a poder abrir», ha lamentado.