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Las losas que lastran la recuperación valenciana

Las losas que lastran la recuperación valenciana

La caída del PIB en 2020, los 627.000 trabajadores en paro o ERTE y la falta de una industria tecnológica dificultan la vuelta a la senda del crecimiento

Domingo, 24 de enero 2021, 00:10

La tercera ola de coronavirus azota con una fuerza desmesurada a la Comunitat Valenciana y deja datos que superan los del primer envite que comenzó en marzo. 2021, pese a ser el ansiado año de la recuperación, ha arrancado con una nueva tanda de restricciones que son casi tan duras como las del primer estado de alarma y que retrasarán la ansiada vuelta al crecimiento. Esta misión la tiene toda Europa y el conjunto de España pero en la tres provincias valencianas será más dura ya que la economía regional arrastra desde hace años unas losas que pueden lastrar esta ansiada meta. Las más pesadas son el registro de la mayor caída del PIB del siglo (-10,7), una cifra de paro que se acerca a los números de los peores años de la crisis y el mayor cierre de empresas desde 2016.

La Comunitat es una autonomía que desde las últimas décadas de el siglo XX ha perdido gran parte del tejido industrial y aunque mantiene grandes empresas ha ganado mucho peso el sector servicios, en especial por el comercio y el turismo. Un doble escenario que sitúa al territorio en desventaja, tal y como señala el Observatorio sobre Gobierno, Estrategia y Competitividad de las Empresas (Gece) impulsado por Bankia y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie). Un informe del organismo deja claro que la excesiva dependencia de estas actividades y la falta de una industria tecnológica con empresas competitivas dificultará la recuperación, que tardará más en llegar que la media de España.

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El sector secundario es el que más fortalezas puede dar en tiempos de incertidumbre y sostener más puestos de trabajo y por ello ahora se echa tanto el falta no haberlo protegido como se debería. Los registros endémicos del paro, que nunca se han podido rebajar desde la anterior crisis económica, condicionarán también cualquier actividad. Los últimos datos del ministerio de Seguridad Social señalan que hay nada menos que 437.701 valencianos desempleados y aunque este registro ha aumentado un 20% en 2020 se espera que durante el primer semestre continúe al alza. Además, podrá aumentar una vez que decaigan los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Esta medida, pese a haber permitido resistir a muchas empresas y empleados, comienza a dar síntomas de agotamiento, tal y como defienden los expertos, y aunque ya es oficial que se prorrogará hasta mayo llegará un momento en el que decaerán y entonces parte de las cifras engrosarán el temido paro. Los registros de diciembre de la conselleria de Economía apuntaban que 470.357 valencianos se han visto afectados por esta medida desde el inicio de la pandemia pero los de enero facilitados hace pocas horas van más allá y alcanzan las 480.000 solicitudes. De ellas, 189.629 están activas en este momento, por lo que el número de trabajadores en paro o ERTE ya se eleva a 627.330. Cabe añadir que aún no están contabilizados los empleados de la hostelería y el comercio que engrosarán las filas por las nuevas restricciones que están en vigor desde el jueves.

Es difícil que todos estos trabajadores, que en general formaban parte del sector servicios puedan incorporarse a otros ámbitos en el corto plazo y los que tengan la suerte de volver a contar con un empleo lo harán en el tradicional turismo, comercio y hostelería. El último balance de BBVA Research admite que este modelo no es el mejor para salir de la situación actual pero deberá ser la palanca para por lo menos despegar en los primeros meses. Las perspectivas hasta junio son eminentemente malas pero a partir de ese mes, y con la ansiada vuelta de los visitantes extranjeros, se vaticina un vuelco. Las empresas de este ámbito serán fundamentales para que en 2021 se pueda volver a crecer en torno a valores del 5,9%, que en este caso sí se sitúan algo por encima de la media española. Aún así, este incremento se ha revisado a la baja por la fuerza de la tercera ola y si la estrategia de vacunación se continúa retrasando se podría poner en juego por la campaña de verano. El dato de crecimiento valenciano puede parecer positivo y si se confirma será el mejor de las últimas dos décadas pero aún así hay voces que lo consideran insuficiente porque el hundimiento del 2020 se estima en 10,7 puntos. Casi el doble que el peor registro de un año durante la crisis.

Para lograr un crecimiento sano a medio plazo el protagonista deberá ser la industria que tanto se ha contraído y que aún anuncia nuevos ERTE en factorías de la importancia de Ford Almussafes. En esta misión serán fundamentales los ansiados fondos europeos que cuyos proyectos valencianos ya han comenzado a presentarse. De hecho, la misma Ford ha impulsado un proyecto para una planta de baterías eléctricas pero también la planta de locomotoras de Stadler e incluso Baleària tienen sus apuestas para hacer más sostenibles sus negocios. Además, existen otras pequeñas y medianas firmas que se han aliado para tratar de optar a estos fondos cuyas líneas deberán ser aprobados por parte del ministerio de Industria en las próximas semanas.

Hay un dato que da esperanzas a la economía y ese es el de la producción industrial. Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística, existe un crecimiento respecto al año anterior y que solo en noviembre se situó en el 4,5%. Este incremento está motivado en gran medida por las exportaciones y esta opción se mantiene como una de las preferentes para remontar debido a la paralizada demanda interna. Aún así, estudios como el del BBVA avisan que en los primeros meses de 2021 pueden contraerse las ventas.

Concursos de acreedores

Una losa que aún aumentará en los próximos meses y que será un verdadero drama para muchas familias serán los concursos de acreedores. En los últimos meses de 2020 ya han despuntado y el resultado global de la Comunitat Valenciana arroja que se han registrado 677 procedimientos frente a los 474 del ejercicio anterior. Aún así, los datos son sólo un aviso ya que hay aprobada una moratoria por parte del Gobierno para que hasta abril no sea necesaria la presentación del procedimiento. A partir de ese mes se espera que se disparen.

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De la misma forma, el cierre de empresas también puede acrecentarse en este complicado 2021. El año pasado cerró con 4.500 sociedades menos registradas en la Comunitat y supuso el peor registro desde 2016, según el ministerio de Seguridad Social. Si en 2019 se contabilizaban 149.745 compañías en diciembre, el ejercicio terminó con un total de 145.283 empresas en las tres provincias valencianas, lo que representa una caída del 3%.

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