Cámara, CEV y sindicatos reclaman unidad y diálogo para proteger la economía y el empleo

Así, el presidente de CEV ha mostrado «la preocupación lógica porque la verdad es que las decisiones que se toman se toman en un momento ya de incertidumbre de por sí, y que además son decisiones en muchas cuestiones ilógicas, no tienen sentido». Para Navarro, la respuesta de la UE «tampoco se trata de un ojo por ojo porque en función de los productos pueden ser más o menos perjudicados. Aquí se trata de algo tan sencillo como que la política, la negociación, es la que debe hacer que cause una reducción en estas cuestiones de aranceles que no benefician a nadie y al primer país, a Estados Unidos».

Además, ha recordado que el sector citrícola, agroalimentario, cerámica, componentes del automóvil y metal son los más expuestos «no sólo por la exportación sino por la capacidad de empleo y por la capacidad de innovación». Antes de participar en la inauguración X Congreso Nacional de UGT PV, el también vicepresidente de la CEOE ha asegurado que «estas guerras no benefician a nadie ni siquiera a los propios ciudadanos estadounidenses y va a lastrar la economía y va a lastrar la situación del empleo».

Mientras, Ana García ha comentado que hay que «ver exactamente» en qué se traducen los aranceles y su afectación. «No hay que ser ingenuos, sí que va a tener afectación en el momento en que se pongan en marcha esos aranceles de lo que están anunciando. Un sector del auto, el acero, probablemente incluso a productos de alimentación. Por lo tanto, eso puede afectar a la economía y al empleo», dice.

Por su parte, Ismael Sáez ha señalado que «sería una malísima estrategia negociar con Trump o atender a los desafíos de Trump desde el punto de vista de los intereses particulares de cada país». «Aquí, o vamos juntos todos o este tío nos come. Yo creo que lo inteligente sería protegernos», ha añadido.

Desde las cámaras de comercio de la Comunitat lamentan la decisión de la administración estadounidense de «dar un paso atrás en el orden comercial mundial» y establecer aranceles «indiscrecionales». A pesar de este anuncio, el presidente del Consejo, José Vicente Morata, es «cauteloso» con las consecuencias que tendrá a nivel autonómico: «Las empresas valencianas conocen perfectamente el mercado norteamericano, tienen un producto de calidad muy demandando y estoy seguro de que sabrán resituarse en este nuevo escenario».

El camino a seguir, a su juicio, debe de pasar por el diálogo antes que por «acrecentar la guerra comercial», además de apostar la diversificación de mercados para reducir riesgos y aprovechar oportunidades.

Y desde Bruselas, durante su intervención en la constitución del Intergrupo del Vino del Comité de las Regiones, del que forma parte la Comunitat, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha instado a «parar la guerra arancelaria» que puede desatarse tras el anuncio de Trump. Para Mazón es necesario evitar «una asimetría en esos aranceles para los países de la UE para no generar distorsiones en la competencia entre los propios países europeos, vulnerando el principio de unidad de mercado que define nuestra unión».

Asimismo, ha advertido que los aranceles de Estados Unidos a los vinos de la Unión Europea «afectarán a nuestra competitividad en el mercado estadounidense». Por ello, ha considerado «crucial» que las regiones vitivinícolas europeas «mantengan la unidad y busquen soluciones conjuntas».

Y la consellera de Industria, Marián Cano ha recordado que el Consell constituyó el pasado febrero una mesa de seguimiento y ya se está trabajando con las principales empresas y sectores afectados desde el plan de internacionalización para ayudarles en la diversificación de mercados.