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El presidente de la Comunitat, Carlos Mazón, se ha reunido este jueves con el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, en el Palau de la ... Generalitat. El encuentro, en el que también se han abordado otros aspectos de actualidad y posibles colaboraciones entre ambos mandatarios se enmarca dentro de la ronda de contactos institucionales que el jefe del Consell está manteniendo con los agentes económicos y sociales de la Comunitat Valenciana y se produce en un momento clave debido a la OPA hostil con la que el Banco BBVA amenaza a la entidad presidida por Oliu.
Mazón ha trasladado a Oliu que el gobierno valenciano está «a favor de defender más de 3.000 puestos de trabajo», según ha explicado el jefe del Consell a los medios de comunicación tras recibir la blusa de síndico de honor del Tribunal de las Aguas. El presidente valenciano también ha explicado que la postura de su gobierno es contraria a la fusión de ambas entidades, ya que debe evitarse «una concentración que creo que no ayudaría a nadie».
«Esta comunidad tiene dos entidades financieras con una marca valenciana especial y no queremos que haya solo una, queremos que siga habiendo dos, y a ser posible más», ha argumentado el jefe del Consell, que también ha destacado la necesidad de que «entidades financieras que son fundamentales» conozcan el territorio y «apuesten por él», como es el caso del Sabadell.
Por su parte, el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu ha puesto en valor el «extraordinario apoyo de toda la sociedad valenciana, tanto empresarial como económica, como desde el punto de vista social y del territorio, y desde nuestros ayuntamientos también», según ha explicado Mazón al término de la reunión.
El encuentro ratifica el apoyo que Mazón ha trasladado a la entidad bancaria durante las últimas semanas. El presidente de la Generalitat aseguró que el movimiento con el que el BBVA pretendía hacerse con el Sabadell era «una operación contra la Comunitat» y aseguró estar «absolutamente en contra» de la OPA hostil.
El gobierno de Mazón no es el único que se opone a la operación, que podría afectar a más de 3.600 empleados en la Comunitat Valenciana. El empresariado valenciano también mostró su rechazo al considerar que la fusión «restringiría todavía más el abanico de posibilidades de financiación de las empresas de la Comunitat», como explicaba Salvador Navarro, presidente de la CEV hace unas semanas.
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