La moneda de 1 céntimo que puede llegar a valer 50.000 euros

Hoy en día hay coleccionistas de practicamente cualquier cosa. Y en ese mar de recolectar objetos y antiguedades se encuentran los que coleccionan monedas. Podría decirse que la numismática es un auténtico arte. Esa práctica de recopilar monedas y otros objetos tales como billetes permiten a los amantes de esta ciencia amasar auténticas fortunas si se da el caso adecuado.

Las monedas antiguas se han convertido en auténticos objetos de culto por lo que se pueden llegar a pagar grandes sumas de dinero al tratarse de piezas exclusivas que las convierten en especiales y revalorizan su precio.

En este sentido, las que resultan más atractivas para los coleccionistas suelen contener errores de acuñación o algún defecto que las hace poco comunes. Todo ello provoca que en las subastas su precio suba como la espuma.

Una de estas monedas especiales fue acuñada en Alemania en el año 2022 y tiene un valor real de un céntimo. Sin embargo, esta pieza, diseñada por Rolf Lederbogen, cuenta con un roble dibujado en el reverso y está fabricada con un acero diferente al del resto de monedas del mismo valor facial, lo que provoca que la moneda tenga un color muy diferente al resto. Por todo ello son muchos los coleccionistas que pueden llegar a pagar hasta 50.000 euros por una de las copias de este céntimo.

A esto se suma la posible desaparición de las monedas de 1 y 2 céntimos, que la Comisión Europea lleva años planteándose. De llevar a cabo esta medida provocaría una revalorización de este tipo de piezas. Donde sí se espera un gran impacto positivo con esta medida es en el ámbito medioambiental, por la reducción del uso de acero y cobre que se utiliza en su fabricación y del uso de agua y otros productos químicos para su producción.

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