La nueva pregunta trampa de un tribunal médico que puede suponer la pérdida de la incapacidad permanente

En España 948.558 personas se benefician actualmente de la pensión de incapacidad permanente, una prestación que buscar compensar la pérdida de ingresos derivada de una enfermedad o lesión, ya sea de carácter laboral o no. Esta ayuda es un recurso clave para quienes enfrentan limitaciones física o mentales que dificultan su capacidad de trabajar. En este sentido, la Seguridad Social establece dicha ayuda para aquellas personas que no pueden reincorporarse a sus actividades laborales en condiciones normales.

La concesión de esta prestación va condicionada a una serie de factores y uno de los más destacados es la exhaustiva evaluación que realiza un tribunal médico del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), encargado de determinar si la persona merece o no dicha ayuda, teniendo en cuenta el historial clínico del trabajador y su capacidad funcional.

No obstante, hay que tener en cuenta que es el director provincial de la Seguridad Social la persona encargada de analizar todos los exámenes médicos y la entrevista para determinar si la persona tiene una discapacidad igual o superior al 33% y la modalidad de incapacidad que sufre (parcial, total, absoluta y Gran Invalidez). Tanto si la resolución es negativa o favorable, al internado le debe llegar una carta de Resolución de Incapacidad Permanente donde se muestra el resultado final del examen.

Para la evaluación en cuestión, el tribunal de turno puede plantear una serie de preguntas para determinar la severidad de las limitaciones del solicitante y cómo estas afectan a su vida diaria y su desempeño laboral. En este sentido, suele haber cuestiones más habituales que otras, aunque también se suele innovar con el objetivo de sorprender al trabajador y buscar su improvisación.

Una de las últimas en sumarse a la batería de preguntas la ha mostrado una sentencia reciente recogida por el despacho de abogados Fidelitis. Según el mencionado bufete esta nueva pregunta tiene relación directa con el trabajo que ejerce el solicitante de la incapacidad. El tribunal médico puede preguntar: «¿Le gustaría seguir trabajando».

Una cuestión un tanto ambigua, puesto que puede generar dudas en el demandante. Un caso reciente ha puesto de manifiesto la importancia de proporcionar respuestas claras y detalladas al solicitar una pensión de incapacidad permanente.

En esta ocasión, una trabajadora del sector de la limpieza que sufría depresión y problemas lumbares, vio cómo su solicitud era rechazada tras responder afirmativamente a esta pregunta. No obstante, la falta de especificidad en su respuesta fue un factor crucial para que el Tribunal Médico denegara su pensión, según ha explicado el bufete de abogados.

La limpiadora respondió positivamente a la pregunta sobre si deseaba continuar trabajando, sin aclarar que, debido a sus enfermedades, no podía desempeñar labores que requirieran esfuerzos físicos continuos. El Tribunal Médico argumentó, mediante su respuesta, que la trabajadora no había demostrado una incapacidad total, puesto que no parecía oponerse a reincorporarse al mercado laboral.

Tras la denegación de la incapacidad, la trabajadora decidió recurrir la decisión judicialmente. Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia falló a su favor, reconociendo su pensión para continuar trabajando en las condiciones de su puesto actual.

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