

Secciones
Servicios
Destacamos
En Ikea ya no sólo se compran muebles. Durante los próximos tres meses, la tienda que la marca sueca tiene en Alfafar amplía su ... catálogo de productos y servicios gracias a la última fase de la iniciativa 'La meua llar és la teua', que pretende ayudar a reiniciar su actividad a negocios locales gravemente afectados por la dana del pasado 29 de octubre. Hacerse la manicura, comprar un libro, contratar un servicio de luz o cuidar la salud mental son algunas de las nuevas alternativas que ofrecen las nueve empresas que este jueves han desembarcado con ilusión en el establecimiento.
Para algunos, volver a la actividad ya es un premio más que suficiente. Angie Ríos, encargada del centro de estética Tu Saloncito, está feliz por «retomar la rutina y volver a recuperar el contacto con nuestras clientas que ya se están agendando citas». Entre las propias trabajadoras de Ikea la idea de hacerse la manicura al término de su jornada laboral también agrada. De hecho, la llegada de los nuevos inquilinos ha generado mucho entusiasmo entre el equipo de la multinacional sueca. «Vamos de emoción en emoción», reconoce Diana Carrero, directora de Ikea Valencia.
Para ella, el proyecto es una forma de ponerse «a disposición de los vecinos», algo que han intentado cumplir desde el día posterior a la catástrofe. «El sitio de estos negocios está en los barrios, pero pensamos que podríamos acogerlos hasta que les diera tiempo a ponerse al día», comenta la directora del espacio en el que las nueves empresas de diferentes localidades afectadas por la dana convivirán durante los próximos tres meses.
La librería Librolandia y la tienda de moda Aloha de Benetússer; el terrario Ecolandy de Aldaia; la luminaria Fartokled de Massanasa; el gabinete psicológico Cos i ment y el centro de estética Tu Saloncito de Catarroja; la tienda de ropa de trabajo Worket de Alfafar; la consultoría de ingeniería Proinka en Algemesí; y la asesoría energética Somllum en Carcaixent han sido los negocios seleccionados para este programa que no sólo supone una oportunidad para los pequeños y medianos empresarios de la perjudicados por la riada, sino también para los clientes de Ikea, que a su llegada observaban sorprendidos los estands ubicados junto a la cafetería.
Volver a ver a los clientes habituales es el deseo más repetido entre los pequeños empresarios, que aguardaban con ganas que llegara este jueves para poder volver a poner en marcha la rueda. Para Francis Mandingorra, propietaria de la tienda de moda Aloha, llegar a Ikea supone mucho más que una oportunidad: «Es un chute de fuerza». Sus vestidos llaman la atención de las clientas más madrugadoras. Haber vestido a la Reina Letizia en las semanas posteriores a la dana le ha ayudado a ganar visibilidad. «Quién sabe, igual se deja ver por aquí», comenta ilusionada Francis tras varios meses en los que se ha planteado tirar la toalla en más de una ocasión.
No lo ha hecho. Ni ella ni ninguno de sus nueve compañeros de estancia. Todos piensan en volver a las localidades en las que tenían sus negocios antes de que el agua arrasase con todo. «Me gustaría poder volver a Aldaia para ayudar a la reconstrucción del pueblo también», comenta Andrea Zuluaga, propietaria de Ecolandy. Sin embargo, todos están dispuestos a aprovechar el impulso que una empresa de la magnitud de Ikea puede ofrecerles. «Durante este tiempo nos hemos replanteado abrir, pero esto nos puede dar ese empujón para la reapertura», indica el equipo de Worket. Es el inicio de una segunda vida para todos ellos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.