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El reparto de una herencia es, en muchas ocasiones, un proceso complejo que puede generar conflictos entre los herederos. Cuando un progenitor deja bienes a sus hijos, la ley establece ciertos criterios para garantizar un reparto equitativo, sobre todo en el caso de los herederos forzosos, que son aquellos descendientes con derecho a la legítima. Sin embargo, surgen dudas cuando, en vida, el fallecido otorgó dinero a uno de sus hijos en forma de préstamo que nunca fue devuelto.
El primer paso para resolver esta cuestión es determinar si la cantidad entregada fue un préstamo o una donación. En derecho, la diferencia es crucial, ya que un préstamo implica la obligación de devolver el dinero, mientras que una donación es un acto voluntario que no genera una deuda.
Para que un préstamo tenga validez legal en el marco de la herencia, es fundamental que exista algún tipo de prueba documental, como un contrato firmado, una transferencia bancaria con concepto específico o cualquier otra evidencia escrita que respalde la intención de reintegrar la cantidad prestada.
En España, el Código Civil establece la figura de la colación, un principio jurídico que obliga a los herederos forzosos a incluir en la masa hereditaria los bienes o cantidades recibidos en vida del causante, salvo que el testador haya dispuesto lo contrario en su testamento.
Tal como explican los expertos en derecho sucesorio, el objetivo de la colación es garantizar la equidad entre los hijos, evitando que alguno reciba una ventaja injustificada sobre los demás. En este sentido, si se acredita que la cantidad recibida fue un préstamo, su valor se añadirá al cálculo global de la herencia y se descontará de la parte que corresponde al hijo deudor.
Tal y como explican desde el despacho de abogados Heredia, el procedimiento para resolver estos casos suele seguir una serie de pasos:
1. Revisión del testamento. Si el testador dejó instrucciones explícitas sobre cómo tratar el préstamo, estas serán vinculantes. Por ejemplo, podría haber especificado que la cantidad prestada debe restarse de la legítima del hijo beneficiario.
2. Acreditación del préstamo. Si no hay disposiciones claras en el testamento, el resto de los herederos podrían exigir que se demuestre que el dinero entregado no fue una donación. Para ello, es necesario aportar pruebas documentales que confirmen que se trató de un préstamo.
3. Cálculo de la herencia. Una vez reconocido el préstamo, su importe se suma al conjunto de bienes de la herencia. Posteriormente, se descuenta de la parte correspondiente al hijo deudor para equilibrar el reparto entre los herederos.
4. Acuerdo entre herederos o vía judicial. Si los herederos llegan a un consenso, pueden proceder con la distribución sin necesidad de recurrir a los tribunales. Sin embargo, si hay desacuerdos, el conflicto podrá resolverse a través de la vía judicial, lo que puede prolongar el proceso y generar costes adicionales.
Cuando un padre o madre otorga un préstamo a uno de sus hijos en vida, es esencial que el acto quede documentado y que el testador especifique en su testamento cómo debe gestionarse esa cantidad en el reparto de la herencia. «Si no hay pruebas del préstamo, el hermano que lo reclama tendrá muy difícil demostrar que esa cantidad debe ser restada de la herencia», aseguran los expertos de Heritae.
Además, añaden: «La ley busca proteger la igualdad entre los herederos, pero la falta de claridad en vida del testador puede generar conflictos innecesarios. Por eso siempre aconsejamos asesorarse antes de tomar decisiones», concluyen.
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